Una colección de lugares comunes y soluciones esperadas, siempre en torno a una dupla de protagonistas marcados por el cliché. La comedia se apoya en una fórmula mil veces utilizada y carece de elementos innovadores.
Mitre apuesta por una película de diálogos e intrigas, construida con un buen lenguaje cinematográfico —entre las tomas generales de las masas y primeros planos intimistas—; un guión hábil y dinámico.
Si al filme le sobra actitud, queda en deuda su eficacia en el siempre complejo arte de provocar miedo. Puede ser vista como una humorada, un ejercicio de género que no se toma muy en serio, una sátira criolla.
No es la película revelación que cambiará el rumbo del género, pero se agradece la novedad y el ingenio, elementos que ciertamente aquí juegan a favor del espectáculo.
Pese a las obviedades —y a una seguidillas de lugares comunes propios de este tipo de comedias—, 'Sin hijos' tiene un puñado de buenos momentos, un ágil ritmo narrativo y un reparto inmejorable.
Reeves brilla en su papel y la comedia es efectiva, sobre todo en los primeros minutos. Sin embargo, a medida que la trama avanza, la repetición y la falta de ritmo hacen que la historia pierda fuerza, y las expectativas de un humor mordaz se transforman en una naïve ingenuidad.
Todo parece demasiado armado. Las motivaciones de los personajes no son creíbles, las enseñanzas son manoseados lugares comunes y lo que se presenta como una singular fórmula termina siendo un pastiche repleto de pasos en falso, mal gusto y falta de conciencia.
Con un tono satírico y casi televisivo, Carrasco crea una comedia ácida, aunque no del todo implacable, que oculta fuertes críticas sociales tras su envoltura comercial. En resumen, se trata de un humor accesible que funciona como medio para la denuncia.
La película ofrece algunos momentos humorísticos sorprendentes, mostrando una habilidad inesperada del director. Además, Michael Keaton brilla en su papel, entregando una actuación apasionada como si fuera su última oportunidad en el cine.
Demandante para los actores, 'La piel de Venus' lleva indudablemente la marca del célebre director pero, al igual que su película anterior, su condición de teatro filmado la relega a una categoría menor.
Se presenta un producto manufacturado que se basa en fórmulas preestablecidas y en la habilidad para identificar las fantasías comunes de la juventud actual.
La película presenta inconvenientes en su ritmo y carece de humor. Los efectos especiales recuerdan a producciones de bajo presupuesto de los años 80, y la escasez de escenas de acción afecta negativamente la experiencia, limitando su capacidad de entretener al espectador.
Está lejos de ser una película perfecta, ya que algunas resoluciones del guión son forzadas. Sin embargo, es una grata sorpresa en medio de una cartelera llena de blockbusters.
Con un elenco de actores talentosos y una dirección comprometida, se presenta un melodrama ligero que incorpora momentos cómicos, dejando una agradable sensación. Sin embargo, en ocasiones, la intensidad sentimental se vuelve excesiva, buscando conmover al espectador.
En este tipo de películas con múltiples personajes, la calidad varía, presentando algunas tramas bien desarrolladas mientras que otras se sienten algo vagas.
Una gran película, una obra tan desmedida como entretenida que eleva a un Fuguet valiente, desprejuiciado y lúdico que pareciera ir contra la corriente.