Una película ingeniosa y creativa, aunque su ejecución resulta desequilibrada y caótica. Logra entretener y ofrece deslumbrantes imágenes, pero carece de sustancia, dejándonos con una sensación de vacío.
La película resulta agradable, aunque carece de impacto. El director, Mike Newell, presenta el guión de manera correcta, pero con una notable falta de estilo, mostrándose excesivamente servil ante el mismo.
La película, víctima de un guión repleto de situaciones previsibles y personajes con apariencia de muñecos, resulta ser un conjunto vacuo de brillantes y rápidas estampitas creadas con ingenio visual. Aunque hay imágenes iniciales bien ejecutadas e inquietantes, la eficacia de la trama se desvanece tan pronto como termina el filme.
Ideas sin imágenes. El desequilibrio del guión es notable y evidente. La película pierde coherencia y dirección en los últimos tramos y, cuando debería elevarse, se desploma y se hunde.
Saura ofrece una clase magistral sobre cómo entrelazar de manera armoniosa elementos diversos. Su obra está cargada de intensidad, con un toque de sentimentalismo, una radicalidad ética y una ternura que genera una profunda emoción en el espectador.
Comedia intensa, macabra y en gran medida excéntrica. Este magnífico disparate se mantiene gracias a la astucia de Sabroso y Ayaso, así como a un reparto excepcional en estado óptimo. Destaca una impresionante Candela Peña, quien logra deslumbrar con su talento absoluto.
Rara y curiosa comedia coreana que sugiere el potencial de un gran director en el futuro. Su ritmo no se adapta a lo que entendemos como comedia en los patrones del cine occidental. Presenta gags construidos sobre la mecánica del absurdo, con un humor que, más que negro, resulta críptico y, en ocasiones, brutal o cruel.
Irregular combinación de violencia compulsiva y humor negro. La mezcla presenta altibajos notables, reflejando la superioridad del guionista Tarantino sobre el director. Su estilo superficial se inspira en la ideología posmodernista y en el cómic audiovisual. Los videoclips, a menudo estereotipados, afectan negativamente el desarrollo de personajes
Hay buenas intenciones en el planteamiento, pero lo que se presenta en pantalla resulta menos convincente de lo que sugiere el guion. La credibilidad del relato no logra consolidarse, convirtiendo a este melodrama en una obra bien intencionada pero que no logra despegar.
Almodóvar muestra su mejor faceta una vez más. Marisa Paredes brilla con una actuación excepcional, sosteniendo de manera magistral el complejo argumento de 'La flor de mi secreto'.
La película de Bigas Luna ofrece una sensación de libertad constante. A pesar de su falta de uniformidad y de sus cambios repentinos, hay instantes que se quedan grabados en la memoria. Sin duda, se trata de un cine extraordinario, siempre único y diferente.