'Land of Women' aún no ha llegado al final de sus seis horas iniciales. La serie es un tanto suave y carece de profundidad, con escasas sorpresas. Sin embargo, lo que se presenta resulta ser bastante dulce y agradable.
Su drama se mantiene a flote gracias a un humor agradable y a una cuidadosa atención a los detalles, incluso cuando navega por aguas turbias y complejas.
Un intrigante rompecabezas que combina aspectos modernos como la vigilancia, la superficialidad del 'contenido' y la falta de atención con la que aceptamos los términos y condiciones de los servicios digitales.
Hay sombras de 'American Psycho' en su ácido sentido del humor, y de 'Hannibal' en su gusto por lo lujurioso, pero Mimi Cave, en su debut como directora reúne estas influencias en una película que hace justicia a su título.
Habiendo visto el primer episodio, puedo decir que es una serie que no se contiene. La premier presenta una locura nihilista que me parecería audaz a los 16 años, pero ahora la considero mayormente agotadora.
[Crítica 6ª temporada]: Los fans de los conceptos de distopía tecnológica de la serie pueden decepcionarse al ver que la serie los desecha, y el cambio de enfoque aún produce fallos y aciertos. Pero se abre a un futuro más libre, salvaje e intrigante.
En parte parodia del mundo del espectáculo y en parte drama romántico, se tambalea torpemente entre sus dos modos sin asentarse en un único tono cohesivo. Afortunadamente, tiene el suficiente encanto para hacerte sonreír, incluso mientras sacudes la cabeza ante sus errores.
Retrato de un mundo que cambia rápidamente, documentando la carnicería emocional que queda a su paso, con un efecto apasionante, preocupante y, en última instancia, bastante conmovedor.
Quizás no alcance el nivel de una auténtica película o serie de los Guardianes, pero es precisamente el tipo de contenido festivo que esperarías de este diverso grupo.
Hay suficiente escándalo e ímpetu para mantener nuestra atención hasta el clímax. Es más convincente cuando aborda el lado oscuro de la relación fundamentalmente desigual entre médico y paciente.