Sean Penn ha elaborado un himno poderoso y poético sobre Norteamérica con 'Into the Wild', una adaptación sensible, arrebatadora y muy emotiva del bestseller de Jon Krakauer.
Ya desde su primera escena, 'Untraceable' no se presenta como el sofisticado y agudo thriller que podría haber sido, sino más bien como una película más sobre un asesino en serie.
Superficial, idealizada, a veces realizada con torpeza y casi siempre predecible. Pero mantiene el tipo con unas agallas admirables y más que unas cuantas sonrisas entretenidas.
Aunque obtiene una calificación R por su lenguaje ofensivo y ciertas escenas audaces, resulta ser demasiado tame y ligera como para ser considerada valiente o incluso astutamente subversiva.
'Emancipation' ofrece una mirada incisiva a las depredaciones más salvajes de la esclavitud y a su horrible coste humano. Pero en última instancia, la atracción de Fuqua por la extravagancia se impone y gana la partida.
Fiel a su título y a la imperfecta pero empática protagonista, 'Whiskey Tango Foxtrot' se muestra más confusa que cínica u oportunista. Esta perplejidad se vuelve contagiosa y, al final, resulta ser encantadora.
La prosa brillante, directa e irónicamente entretenida es resucitada con vivo cariño en esta carta de amor a una mujer cuya contagiosa pasión por el cine coincidió con una de las épocas más prodigiosas de este arte.
Un absorbente relato de una relación que, aunque desconocida para la mayoría de los espectadores, reformuló radicalmente el paisaje literario de América en el siglo XX.
'Southpaw' puede ser tópica, predecible y almibarada, pero ninguno de esos pecados recae en su protagonista. Incluso cuando [Gyllenhaal] está hecho un desastre, consigue trascender su propia película.
Quizá sea la película más desagradable y estúpida de 2019. Ni el encanto de Nanjiani logra elevarla por encima de sus aspiraciones triviales y perezosas.