La película evita caer en lo pánfilo, lo provincial y lo costumbrista, aunque no siempre lo consigue. Se presenta como un juego de recuerdos y reflejos, con una atmósfera oscura que recuerda a una historia familiar que podría ser trágica; sin embargo, seamos honestos, estamos en Chile: resulta cómica.
Se destacan dos aspectos fundamentales de la película. En primer lugar, el guion es inteligente, bien elaborado y cohesionado. En segundo lugar, el elenco es excepcional, mostrando la fuerza y talento de los actores argentinos en todo momento.
Ante los premios Razzie, sería injusto otorgar el título de Peor Actor a Sandler, ya que aunque es el protagonista, su papel es más el de un actor secundario. La categoría más adecuada para él sería la de Peor Actor de Reparto.
Jasmine, interpretada por Cate Blanchett, se destaca como uno de los personajes femeninos más memorables de Woody Allen. El director logra captar y comprender de manera excepcional la psicología y las emociones de las mujeres.
El director retrata de forma magistral a su propio entorno, reflejando el mundo de Hollywood y sus celebridades. La película es un recorrido fascinante por la riqueza y la fama. Es una cinta impactante: venenosa, intensa y radiante.
Agüero entrevistó a un grupo de cineastas que trabajaron en los años 80 y durante la dictadura. Aunque el régimen militar se menciona, lo verdaderamente relevante del documental radica en la esencia del cine, su materia, la razón y el público que lo recibe.
La película sigue el patrón habitual del género, transitando por tramas paralelas y eventos que conducen al esperado exorcismo. Esta secuencia tiene una duración de media hora y, en comparación, logra superar a 'La profecía del no nacido'.
El desenlace múltiple pone de manifiesto las fallas de un drama que intenta sorprender y generar suspenso. Sin embargo, la abundancia de opciones resalta la ligereza de personajes que, en última instancia, carecen de coherencia con sus propias creencias.
La película se desarrolla en un ámbito musical y universal. Aunque sufre altibajos y el humor no siempre brilla, logra mantenerse a flote gracias a la esencia de su protagonista, un ser que combina lo humano con lo animal. Es una obra que mezcla carne y hueso con la animación.
Lo de ahora es diferente al documental de 1985; ofrece una experiencia visual más rica, ha pasado más tiempo y evoca una emoción distinta, marcada por la edad y la perspectiva.
Esta comedia sobre la reinserción social y las segundas oportunidades cuenta con un público leal en Estados Unidos, que capta el humor y las referencias de la cultura popular y televisiva local.
Es del estilo de películas que, a pesar de su producción, aspiraciones y esfuerzo no logra destacarse. Hay demasiados giros inesperados y alternativas que desdibujan lo fundamental de la trama: ¿cuál es el verdadero punto de entrada en la historia?
Final extendido en dos patas. Las películas concluyen una saga que establece la parte final, destacando la necesidad de presentar un villano con un nuevo trasfondo y frescura.
'Séptimo' comienza con una trama compleja y densa, pero gradualmente pierde su fuerza, ya que lo que parecía ser una intrigante historia urbana se convierte en una situación doméstica y burocrática demasiado común.