'Séptimo' comienza con una trama compleja y densa, pero gradualmente pierde su fuerza, ya que lo que parecía ser una intrigante historia urbana se convierte en una situación doméstica y burocrática demasiado común.
Es una película que se centra más en la introspección que en la acción. Aunque no se puede considerar 'Zama' como un fracaso, definitivamente no cumple con las expectativas iniciales que se tenían.
La directora logra establecer una confianza total entre los protagonistas y sus familias, lo que le permite capturar lo extraordinario y lo oculto, esos aspectos de la vida que suelen permanecer en silencio.
La falta de desarrollo en los personajes es tan evidente que resulta impactante. 'Maze Runner' merece una nominación a los premios Frambuesa por su elección de elenco.
Finalmente, resulta ser mucho menos de lo que se esperaba, ya que la película en lugar de avanzar en la resolución del caso y en el desarrollo de los personajes, se adentra en un laberinto sin salida y lleno de especulaciones.
La película logra mantener una atmósfera de tensión y suspense durante buena parte de su duración. Sin embargo, se siente un desliz cuando se agotan las ideas, introduciendo atajos y elementos que no aportan, con situaciones inverosímiles y algunas imágenes que parecen forzadas.
No da escape ni respiro, cierra las puertas y tapia las salidas, para que retumbe la vejez no como condición humana, sino como maldición. En esta película hay dos viejos sobre el escenario y al comienzo y al final está el título invisible, que lo explica todo: amor.
La película rinde homenaje a su legado mientras cuenta una historia rica en nostalgia y emoción. Está llena de música conmovedora y momentos que evocan lágrimas, ofreciendo una hermosa ofrenda y una oportunidad de redención.
Cédric Klapish, en la mayoría de los contextos, muestra una actitud amable y comprensiva hacia la narrativa y los personajes. Si bien es posible disfrutar de su trabajo, es difícil considerar que lo presentado alcance el nivel de una gran película.
La película se mantiene fiel a su origen literario, priorizando una atmósfera educativa y una narrativa con un profundo mensaje, evitando el exceso de efectos especiales y acción.
El director se esfuerza por encontrar las palabras e imágenes que dan sentido político, poético y humano a su historia. La película logra conmover cuando la tristeza se transforma en compasión y se desborda en pena hacia un ser humano.
La obra se concibe y realiza con un enfoque de alta sociedad: ofrece superhéroes, exploración espacial, intenciones nobles y un fuerte mensaje de corrección política. En resumen, es una ciencia ficción en tono blanco.
Las ideas que rodean a la película son más impactantes que la propia obra, lo que la convierte en un caso inusual, ya que en lugar de estar sobrecargada, carece de contenido.
Los monstruos de 'Kong: la isla Calavera' son diversos y presentan una notable perfección, detalle y minuciosidad técnica. No cabe duda de que este aspecto refleja un arduo trabajo que requirió tanto tiempo como paciencia digital. Sin embargo, en otros aspectos, la elaboración fue escasa.
La película pierde intensidad en ciertos momentos debido a su tono moralizante, afectando su ritmo y desvirtuando el sentido de la trama. Sin embargo, en su mejor parte, se convierte en una obra entretenida y presenta momentos realmente destacados.
La película se detiene en su avance y no logra desarrollar completamente su audaz intento de satirizar y desmembrar un universo femenino que parece desprovisto de creatividad y calidad.