CSA demuestra que el falso documental no solo sirve como herramienta de sátira, sino que también puede transmitir una intensa indignación política. La verdadera sorpresa se encuentra en las 'tomas falsas' al final, que son las únicas partes genuinas de la película.
El trabajo es impecable y su fuerte componente satírico no le lleva a cebarse en su sujeto más allá de los límites del decoro. Es un primoroso ejercicio de montaje que cabe considerar como un ajuste de cuentas.
Las referencias cristianas complican la comprensión de la película, que avanza de manera impredecible pero impecable hacia una inquietante secuencia final.
Esta actriz es un auténtico tesoro. Ramón Salazar muestra su ambición y valentía a lo largo de la obra. Aunque los bailes presentados caen en estigmas del 'upa dance', el atrevimiento y el contexto social aportan un valor casi redentor a la historia.
Un drama que da la impresión de estar más basado en documentos que en una representación auténtica. Se asemeja a las obras de los hermanos Dardenne, aunque no logra alcanzar su nivel.
Más que notable y premiada, esta ópera prima es amplia y seria, reflejando la calidad de su impresionante banda sonora. Su atmósfera no se aleja del estilo de Bergman o Kieslowski.
Esta historia ha sido narrada en muchas ocasiones por westerns de manera más creativa. Jordan desaprovecha el impresionante escenario del 'outback' australiano. El conflicto entre los inmigrantes irlandeses y la represión británica es mencionado constantemente por los villanos, pero nunca se muestra.
Nueva e innecesaria versión con múltiples persecuciones, efectos visuales llamativos, giros inesperados y elementos de terror cliché. Kiefer Sutherland hace un cameo, pero lamentablemente no se cuenta con Julia Roberts.
De verdad que no se nos ocurre nada más que decir de este ejercicio de (poco) estilo que algún día proporcionará siestas memorables cuando lo emitan de sobremesa.
Romero es el que mejor aprovecha el mito que él mismo instauró, evitando utilizar tecnología avanzada y manteniéndose fiel a la auténtica esencia del cine de serie B.
Concepción caricaturesca de un personaje hecho de mohínes y monerías. Es una pena ver a Bridget dilapidar el capital de simpatía que se había ganado en su primera encarnación en la pantalla.