A pesar de la cercanía entre los personajes, la película presenta escasos diálogos y una abundancia de primeros planos silenciosos. Este enfoque narrativo, similar al estilo de ciertos festivales de cine, resalta la habilidad de Collel en su trabajo.
Orr amplía un corto previo con los mismos protagonistas, ofreciendo un documental de seguimiento. Explora la intimidad familiar de manera cercana y significativa.