Se presenta como un atractivo folleto de viajes. Sin embargo, más allá de incluir una música new age, es cuestionable la inclusión de una fuga en la búsqueda del amor romántico al estilo de Romeo y Julieta, adornada con guirnaldas.
Un thriller de calidad superior, cuya factura eficaz y hasta un poco 'norteamericana' compensa la dificultad de seguir la pesquisa en ciertos momentos.
El aspecto visual, teñido de verde cobrizo, evoca irónicamente las muchas películas soviéticas que exaltan sus hazañas bélicas. Sin embargo, el enfoque de Wajda resulta menos épico y más elegíaco.
No es necesario consumir habitualmente música country para disfrutar de la recreación que hace de la figura de Foley. Ethan Hawke ofrece un retrato auténtico y convincente.
Escapa de las trampas del «biopic» y resulta mucho más estimulante que una biografía lineal «novelada»: los fragmentos se sostienen gracias a la constante presencia de ese rostro maravilloso de la diva.
Lynch, en su estudio, dedicándose a sus lienzos orgánicos, nos comparte una parte de su carrera en la que aún no había comenzado a dirigir películas. El retrato que se presenta es fascinante.
Una idea que podría ser apasionante, la de seguir las trazas de una figura ausente en un paisaje histórico traumático, queda comprometida por el afán de conseguir una narración lineal y explicativa.
Genuino y excelente musical que no utiliza las canciones como espectáculo sino para contar la historia que está detrás de su composición. Kline está sencillamente espléndido.
Siempre digo que no me gusta este género, pero no hacen más que contradecirme con producciones como esta. Los sustos aparecen en el momento adecuado, logrando mantener la tensión a lo largo de la trama.
Menos mal que Céline Sallete, la protagonista, logra mantener el centro de gravedad moral en la trama. Su actuación es fundamental para dar sentido a los dilemas presentados y mantener al espectador comprometido con la historia.
Utiliza con gracia y (mala) intención materiales de archivo: es decir, no hace nada que no haya hecho el documental militante antes de que se le exigiese ser objetivo y equidistante.
Lo que la convierte en noticia dentro del género es precisamente el villano. Sin embargo, la secuencia final es anticlimática y carece de humor, lo que le resta un poco de descaro a la parte espectacular.