La historia se presenta de manera poco atractiva, a pesar del esfuerzo de Margherita Buy. De este modo, la película sacrifica interés a cambio de una moraleja excesiva.
Sex o no sex. Apatow logra crear una obra que es razonablemente elegante, divertida y, en ciertos momentos, melancólica. El mérito recae en Steve Carell.
Muestra que tanto Lamata, un sucesor aceptable de Judd Apatow en el ámbito nacional, como la comedia gamberra en general, pueden experimentar la tentación de asumir una responsabilidad más profunda.
Es la mejor película que he visto este año en una sala de cine. A pesar de que hemos salido poco al cine, esto no disminuye su impacto. La película sirve como un gran correctivo para aquellos que tienen dudas sobre la etiqueta «indie». Tiene de todo.
Un largometraje sorprendentemente gustoso de ver que cuenta con un gran elenco de protagonistas y que está repleto de giros, sorpresas y revelaciones inesperadas.
Donde esta película sobrepasa los límites del humor para rebozarse en la autoparodia es en los complementos. Un desmadre ante el que más vale aplicar eso de, Relájate y disfruta (yo lo hice y funcionó)
Sin ser buena ni nada que se le parezca y sin privarse de alguna secuencia bochornosa a cuenta de «Santa», la experiencia no acaba de ser tan espantosa gracias al talento del elenco de seis actrices.
Es sólo la excusa para la desatada actuación del trío protagonista y del lujoso grupo de estrellas invitadas. Sucesión de placeres culpables y de chistes políticamente incorrectos.
No queda claro cuál es la intención, ya que solo resalta por su excentricidad imposible. Si no disfrutan de la comedia musical, es mejor que se mantengan alejados; y si les gusta, probablemente sea peor.
Muestra una problemática afición a insertar unos diálogos, digamos, espesos que pronto evaporan la simpatía que pudiéramos sentir por lo que se nos cuenta.
Muchos chistes son efectivos en su crítica a la industria musical comercial, presentando una parodia convincente que resuena con los problemas actuales de este mundo.
Bowman carece de originalidad en las secuencias de acción, optando por mostrar repetidamente el rostro de Jennifer en lugar de ofrecer una experiencia visual más dinámica.
La película logra con éxito la compleja fusión de la comedia romántica con la comedia gamberra, destruyendo los límites de ambos géneros. El desenlace es simplemente impecable.
Porno-gore de alta gama. Si disfrutan de este tipo de contenido, encontrarán elementos como necrofilia, canibalismo (sugerido, hasta culminar en un clímax perturbador) y tortura.
Un relato que, aunque sigue una estructura muy definida, logra cautivar al espectador al evitar los clichés habituales de la versión hollywoodense del género. Además, destaca el impresionante trabajo de Alexander Fennon.