Es un extraordinario esfuerzo de realismo telúrico, un intento por meterse en el choque tectónico de la conciencia y la naturaleza, lo que puede ser una idea demasiado densa para las muchas manos moras que suelen cruzarse en la ópera prima de un debutante talentoso.
Ben Affleck dirige con una lógica de causa y efecto, utilizando un montaje inductivo que puede manipular y oscurecer incluso las ideas más brillantes. Así, la gran pregunta es: ¿realmente merecía el Oscar principal? En realidad, eso no importa.
Habría mucho que decir de esta película barroca, desproporcionada, llena de excesos, visualmente magnífica, invadida por un humor que hace pensar en un estadio de madurez superior a la adolescencia de sus materiales.
'Julieta' no es la película más extraordinaria de una carrera que acumula 20 largometrajes llenos de altibajos. No obstante, su contención y austeridad sugieren que el cineasta está alcanzando un notable grado de madurez. Almodóvar regresa, aunque su presencia nunca se ha desvanecido.
Carece de la delicadeza, lo que lo convierte en algo torpe y maniqueo, haciendo que uno de los aspectos más intrigantes de 'El infiltrado' se desplome antes de recuperarse. Es una lástima, ya que la película, en todos los demás aspectos, es bastante eficiente.
La película presenta un guión sobresaliente y un elenco inolvidable. Sin embargo, al final, el lenguaje visual no brilla tanto como debería. Aunque no es una mala obra, su uso de la metáfora es limitado y, en ocasiones, revela los estigmas de la publicidad.
Una película dotada de un agudo sentido del humor negro y un muy buen oído para el insulto automático, que ha encontrado en la realidad a unos personajes sin doble vuelta. Más que una biografía, es una comedia totalmente oscura.
Esta película no se podría concebir fuera de Uruguay. El cineasta Álvaro Brechner le otorga ese idiosincrático tono de ironía combinada con calidez, de humor acompañado de cierta crueldad y de distancia mezclada con empatía.
Esta es una cinta sobreescrita, con un guion pesado, unas ideas cargantes y varios personajes cuya ausencia no cambiaría nada. Cuenta, eso sí, con el beneficio anticipado que siempre tiene el film noir: es climática.
Nada está más lejos de esta película que la intención de la claridad. Todo está filmado para que no se alcance a ver con nitidez, para que no se entienda mucho y, sobre todo, para que se ignore la maniobra siguiente.
Los amantes pasajeros no logra el engranaje perfecto que caracterizan las películas de Almodóvar. Como comedia, en ciertos momentos tropieza, adquiriendo un tono estridente y recurriendo al kitsch que solía ser el sello distintivo de sus trabajos más tempranos.
Sintética y concisa, esta película marca el debut en la dirección del músico y cantante Álex Anwandter. Esto podría explicar que, a pesar de un montaje visual desprolijo, el montaje sonoro resulte bastante sugerente. Hay ocasiones en que las películas se salvan gracias a unos minutos de inspiración.
Los 33 presenta un mecanismo de simplicidad extrema, estableciendo una dicotomía entre "adentro" y "afuera". Es un drama en el sentido más clásico, centrado no en la ruptura, sino en la restauración del orden.
'El patrón' no pretende ir más allá de eso: es un relato que busca más la eficiencia que la expresión, sin ningún ánimo innovador, ordenado y pulcro, concentrado en demostrar la premisa que lo moviliza.
Las películas -y las obras de arte en general- no tienen la obligación de agotar las dimensiones históricas de sus temas. Pero no es lícito que, por el contrario, las desprovean de sus alcances más complejos.
El cineasta Jonathan Teplitzky logra capturar imágenes impactantes de un paisaje escalofriante, esenciales para adentrarse en el drama central de los derechos humanos en el siglo XX. Esta película se presenta como una obra valiente y memorable.
Ross prefiere adoptar la figura de un santón sin matices, protestante y republicano, obsesionado con su proyecto nacional, lo que le permite a Matthew McConaughey ofrecer una de las sobreactuaciones más notorias de los últimos tiempos.
Algún grado de academicismo parece inevitable, lo cual es un costo que se asume al revisar la literatura a través del cine. Sin embargo, esto contrasta con la aproximación ilustrada y respetuosa hacia una poetisa cuya angustia llega a los más profundos rincones del ser humano.