Los amantes pasajeros no logra el engranaje perfecto que caracterizan las películas de Almodóvar. Como comedia, en ciertos momentos tropieza, adquiriendo un tono estridente y recurriendo al kitsch que solía ser el sello distintivo de sus trabajos más tempranos.
Steven Soderbergh es uno de los cineastas que mejor administra la fusión entre la modernidad fílmica y el clasicismo, y esta película es uno de sus ejemplos más destacados.
Sintética y concisa, esta película marca el debut en la dirección del músico y cantante Álex Anwandter. Esto podría explicar que, a pesar de un montaje visual desprolijo, el montaje sonoro resulte bastante sugerente. Hay ocasiones en que las películas se salvan gracias a unos minutos de inspiración.
En su enfoque hacia un realismo no espectacular, las obras anteriores optaban por un reducido número de actores profesionales. Sin embargo, en esta ocasión, se presenta el trío más habitual del cine chileno contemporáneo. Asimismo, se percibe la falta de esos planos prolongados que se centraban en los no actores, los cuales solían ofrecer los momen
Los 33 presenta un mecanismo de simplicidad extrema, estableciendo una dicotomía entre "adentro" y "afuera". Es un drama en el sentido más clásico, centrado no en la ruptura, sino en la restauración del orden.
'El patrón' no pretende ir más allá de eso: es un relato que busca más la eficiencia que la expresión, sin ningún ánimo innovador, ordenado y pulcro, concentrado en demostrar la premisa que lo moviliza.
Las películas -y las obras de arte en general- no tienen la obligación de agotar las dimensiones históricas de sus temas. Pero no es lícito que, por el contrario, las desprovean de sus alcances más complejos.
El cineasta Jonathan Teplitzky logra capturar imágenes impactantes de un paisaje escalofriante, esenciales para adentrarse en el drama central de los derechos humanos en el siglo XX. Esta película se presenta como una obra valiente y memorable.
Ross prefiere adoptar la figura de un santón sin matices, protestante y republicano, obsesionado con su proyecto nacional, lo que le permite a Matthew McConaughey ofrecer una de las sobreactuaciones más notorias de los últimos tiempos.
Algún grado de academicismo parece inevitable, lo cual es un costo que se asume al revisar la literatura a través del cine. Sin embargo, esto contrasta con la aproximación ilustrada y respetuosa hacia una poetisa cuya angustia llega a los más profundos rincones del ser humano.
El eje del relato es la confrontación del músico consigo mismo, entre el hombre que quiere ser común y el genio que lo desborda una y otra vez. Es una idea sencilla, lo que no impide que la película trate de ser ambiciosa, como corresponde a una rareza.
Larraín dirige con gran maestría. Sus películas son capaces de transmitir una mezcla de sentimientos que van desde lo épico hasta lo melodramático, destacándose como uno de los pocos que logra capturar la esencia del paisaje chileno de manera poderosa. Además, su comprensión de cómo la metáfora visual puede profundizar los significados es notable.
Weide recoge, correctamente, la relación de Allen con las mujeres, que está en el centro de algunos de los momentos memorables de su cine. Registra de una manera aguda sus singulares métodos de trabajo.
El mecanismo de 'Dios mío, ¿qué hemos hecho?' se basa en la acumulación de lugares comunes y estereotipos étnicos, equilibrándolos con otros similares en un enfoque amable, que evita la culpa y la profundidad. Esta estrategia sirve para disimular su moral subyacente.
Cuando un desenlace resulta tan confuso como el de esta película, es señal de que alguien ha fallado en su labor: puede ser los guionistas, los productores, el director o el diseñador de producción; uno o más de ellos.
La elegancia y la seguridad con que filma Mackenzie permiten que la tristeza presente en la historia se refleje con una ternura otoñal, melancólica y fatalista. Este tipo de paradojas son la esencia de las grandes películas.
Kormákur comenzó su carrera dirigiendo algunas de las películas más intrigantes de Islandia y, posteriormente, sucumbió al anhelo de muchos cineastas europeos: intentar conquistar Hollywood. Así es como llega '2 Guns'.