El director se cuestiona la masculinidad tóxica normalizada en el hogar y la decepción paternofilial. Lo logra al combinar momentos ligeros con una profundidad que invita a reflexionar sobre los sueños y los fracasos.
Película de tono amable y trasfondo reflexivo que se debate entre la frescura de la propuesta y el anquilosamiento de unas líneas de diálogo demasiado bien escritas para ser lanzadas de manera natural.
Repleto de situaciones desenfadadas. Un aspecto a criticar es su reticencia a abrazar plenamente el caos y a utilizar una imaginería barroca más audaz. La obra tenía potencial para explorar eso y mucho más.
Es excesiva y excéntrica, hilarante y también devastadora a la hora de escarbar en la locura y el dolor que conlleva la ausencia afectiva, el vacío ante el desamor.
Interesante reflexión a tres bandas. Puede que en ocasiones adolezca de un enfoque 'hípster' y algo artificial, pero al mismo tiempo posee una caligrafía emocional rica en sutileza.
Bascula en la frontera que separa el cine de autor del comercial. Hay complejidad y sensibilidad a la hora de tratar los personajes. La trama se desarrolla de manera ligera, humana y enternecedora.
Lo que hace realmente significativo y conmovedor este relato sobre la soledad y la vulnerabilidad ante el paso del tiempo es la sensibilidad palpable que emana de la película.
El tono es excesivamente amateur e inconsistente, predominando la afectación y la pretenciosidad a través de diálogos ridículos y actuaciones de escaso nivel.
Carmen Maura es la única que logra, gracias a su profesionalismo, ofrecer momentos verdaderamente emotivos en una película que solo se puede disfrutar desde su propia locura.
El encanto auténtico y fresco de esta comedia romántica resulta cautivador, presentando un retrato generacional que resuena con la esencia de la comedia indie estadounidense.
Para sibaritas de las carcajadas excéntricas y oscuras. Todos los clichés son bienvenidos y a todos se les saca partido. Experimento repleto de cinismo y cargado de bilis.
Película que despierta controversia en relación al mundo actual tras el covid. 'Silent Night' se presenta como provocadora, pero ¿es realmente un panfleto negacionista? El espectador podría sentirse atraído o, por el contrario, irritado por su mensaje.
Fontana debuta con un marcado estilo y personalidad, evocando a Pynchon y Lynch. A través de un personaje perdido, explora temas de paranoia y la precariedad en la que estamos inmersos.