Lamata muestra una ingenuidad al manejar los elementos de su fábula moderna sobre el amor, lo que la convierte en una historia que se siente muy artificial.
Magnética pieza en la que late el desasosiego y la violencia emocional, y en la que la sensación de extrañeza se erige casi como metáfora existencial de nuestro tiempo.
El director entrelaza de manera sutil una película que irradia una belleza casi fantasmal. Bárbara Lennie y Susi Sánchez ofrecen un impresionante duelo actoral que se convierte en uno de los momentos más memorables del cine contemporáneo.