Al presentar una versión algo ficticia del viaje de Assaf, el director palestino Hany Abu-Assad logra lo más relevante: 'The Idol' se aborda como un cuento, no como una historia verídica.
Es un retrato riguroso de ilusiones rotas que muestra cómo el asombro juvenil se transforma en terror y parálisis. John Malkovich hace una de sus mejores actuaciones.
Una historia poco desarrollada que a veces da la sensación de que lanza misterios y subtramas que no van a ninguna parte. Avery orquesta con habilidad algunas escenas macabras e intensas.
Enseña nuevas maneras de mirar. No solo observas estos clips, sino que también indagas entre y a través de ellos. Las yuxtaposiciones establecen conexiones vitales y cósmicas.
'A Bread Factory' tiene un reparto inmenso, un ritmo prudente y ambición temática para regalar, pero también tiene una modestia terrenal y sincera que la hace hipnótica.
El ecosistema de actitudes y comportamientos que se presenta en esta película es tan desesperantemente lúcido que es probable que muchos de nosotros terminemos retorciéndonos por lo admirable que es.
Ofrece un sagaz análisis del lugar que ocupa el intelectual turco moderno en la sociedad, con todas sus exasperantes complicaciones, su parálisis social y su autoabsorción autodestructiva.
Hay decapitaciones, caras destrozadas, gargantas desgarradas, vómitos de sangre y una piscina llena de mierda y cadáveres. El gore exacerbado eleva el valor de la película, pero no su suspense, ni mucho menos su impacto. 'Abigail' sólo funciona si sabes exactamente qué esperar de ella.
No logra alcanzar la intensidad de la obra de Östlund, ni su aguda sensibilidad, que podría describirse como escandinava. Sin embargo, presenta un intrigante encanto estadounidense que es distintivo y peculiar.
Fletcher logra infundir humanismo a los simples conflictos cómicos. Un gran placer en 'Dumplin’' es observar la química entre las cuatro talentosas actrices, que brillan al compartir la pantalla.