Se transforma en una dinámica mecánica y repetitiva entre el cazador y la presa, con un desenlace bastante esperado, aunque incluye ciertos giros astutos e ingeniosos.
Hacia el final, toda su pasión y concupiscencia se precipitan por los toboganes melodramáticos, pero mientras están burbujeando y hirviendo en este cuadro hacen un guiso campesino bastante jugoso.
Se vuelve repetitiva y tediosa. Y como se apoya más en payasadas que en ingenio, con clichés de Bond por todas partes, tiende a desmoronarse por completo.
Kubrick se muestra juguetón y creativo en esta película. Sin embargo, a lo largo del metraje, surgen confusiones inesperadas en cuanto al estilo y la atmósfera que pueden desconcertar al espectador.
A no ser que el espectador sea adicto a las ironías raras, ver a Williams perder altura cada semana se hará agotador antes de que Universal haya gastado todos sus clichés de ciencia ficción.
Estuvimos con ella disfrutando de las dificultades y el romance con gran interés. Sin embargo, sería útil comprender mejor lo que ocurre en la segunda mitad de la película.
La película destila glamour, sofisticación y sensualidad, creando un ambiente cautivador en las instalaciones que proyectan obras cinematográficas de gran calidad.
Un ágil thriller de misterio con calidad y encanto. Gran parte de la calidad de la película reside en su excelente revelación de los personajes. No te pierdas 'The Maltese Falcon' si te gustan las obras de misterio.