Una adaptación caótica pero ocasionalmente cautivadora. Es sinceramente agradable y muestra una complejidad admirable, aunque a veces se ve afectada por varios amaneramientos típicos del estilo Sundance.
La película de Akin representa su obra más sólida hasta el momento. Es una narrativa iniciática que resulta efectiva, aunque también sorprendentemente clásica.
Un impresionante debut sobre un padre de 15 años que ofrece aún más pruebas del innegable talento y carisma en pantalla de la joven actriz suiza Kacey Mottet Klein.
Animada, con unos diálogos ágiles y un gran elenco encabezado por la joven estrella revelación Shameik Moore, es una película comercial de principio a fin.
La película parece haber sido ensamblada con partes de incontables filmes anteriores y a menudo, mucho mejores sobre la intersección entre aburrimiento y sexualidad de los niños ricos.
Aunque el pequeño protagonista nunca se aleja del foco principal, la perspectiva de la película es cualquier cosa menos limitada. Nos presenta una vívida imagen de un mundo que ha permanecido inalterado a lo largo de los siglos.
Tiene algunos detalles antropológicos interesantes, aunque no siempre estén bien integrados y cuenta con dos interpretaciones muy naturales, pero resulta finalmente demasiado intrascendente y sin rumbo como para dejar huella.
La película carece de un motor claro. A veces se ve debilitada por un diálogo muy simple, pero Zappa se presenta como una figura amable. Se debe elogiar a Barbosa por su esfuerzo en llevar a cabo una producción tan compleja.
A pesar de que trata asuntos serios y en ocasiones contradictorios, Hamidi logra mantener un tono sorprendentemente ligero y coherente durante la mayor parte de la película.