La historia y los personajes carecen de un desarrollo adecuado. Aunque la recreación meticulosa de ese mundo resulta envolvente desde una perspectiva antropológica, por sí misma no logra cautivar al espectador.
Un guion bien construido pero no exento de clichés. 'Marry Me, Dude' se presenta con atractiva estética en la gran pantalla, aunque su apartado audiovisual resulta predecible.
Aborda el tema de forma cálida, humana y desde lo femenino, rodada con la atención habitual que pone Virzi no sólo en los personajes sino también en el amplio marco sociopolítico.
'Attenberg' es una experiencia cautivadora y vagamente perturbadora. Tsangari aprovecha al máximo las cualidades de Labed, creando una conexión única que resuena a lo largo de la película.
Bella, pero extremadamente revestida de clasicismo. Los cinéfilos que sean fans del trabajo de Enyedi se quedarán preguntándose si su voz idiosincrásica se tomó unas vacaciones durante la realización de esta película.
Gran parte de la silenciosa y emotiva potencia acumulada de la película proviene del hecho de que los espectadores deben conectar los puntos por sí mismos.
Destaca como drama histórico que explora la complejidad de la Alemania del siglo XX. Técnicamente es una maravilla, con una cinematografía impresionante que complementa la narrativa. La banda sonora de Richter es cálida y brillante, elevando aún más la experiencia.
Una tarjeta de presentación para Hollywood visualmente impresionante a manos de Jimenez, que casi consigue compensar las deficiencias estructurales con su asombroso ímpetu directoral.
Un festín para los sentidos. Jodorowsky continúa profundizando en la reflexión sobre su identidad y cómo la poesía se entrelaza con su percepción del mundo.