Desafortunadamente, la manera en que el director presenta sus peninsulares relatos salvajes es a través de una larga bufonada carente de ingenio y de la mínima gracia.
Es una de las experiencias estéticas más gratificantes. La fotografía espléndida de Mauro Herce transmite en su registro de atmósferas una incómoda sensación de desasosiego espiritual que guarda parentesco artístico con el cine de Tarkovski.
El amor por la tragedia y el pesimismo radical de 'Sangre de mi sangre' (2011) se mantiene intacto, mostrando una vitalidad y coherencia artística admirables.
Es impactante y frustrante que '¡Madre!' renuncie a su impresionante narrativa visual a favor de un desenlace exagerado, donde se permite cualquier cosa, desde lo absurdo hasta lo innecesario, convirtiéndolo en una farsa monumental.
Cada nueva película de Michel Franco se presenta como una audaz exploración estilística, reflejando su compromiso con una narrativa sobria. Su enfoque desafía las convenciones del cine comercial mexicano, aportando una visión fresca y provocadora al panorama cinematográfico.
La pareja de creadores Rodrigo Plá y Laura Santullo demuestra en su nueva película su habilidad tanto narrativa como artística. Logran crear una atmósfera opresiva y sostener un ritmo trepidante, presentando un thriller que también plantea interrogantes sobre la sociedad.
Jia Zhang-Ke, un director conocido por su estilo minimalista y su enfoque profundo, presenta un cautivador retrato familiar con una notable simplicidad en su narrativa.
Esta obra no se adentra en una visión retorcida del amor como lo haría Chabrol, ni se plantea como un juicio severo sobre la vida en la provincia francesa. En cambio, se asemeja más a las profundas y sutiles exploraciones de Olivier Assayas.
Lo interesante de la película es que no se convierte en una historia de venganza, sino que muestra de forma gradual una personalidad seductora e independiente, en la que la sexualidad femenina se presenta como una expresión de sensualidad.
Scorsese logra estructurar con maestría el aparente caos de las evocaciones biográficas y los comentarios incisivos de su interlocutora. La edición dinámica revive imágenes de archivo que muestran el antiguo Nueva York de los inmigrantes y la transformación constante del espacio urbano contemporáneo.
El documental de Priscilla y Goifman resulta inquietante debido a su firme oposición a la hegemonía machista que defienden figuras como Jair Bolsonaro y otros líderes similares en el continente, quienes lo hacen con terquedad e histeria.
Sin ser una película abiertamente feminista, el retrato de una mujer autónoma que se presenta es profundamente conmovedor, sin necesidad de caer en el dramatismo ni en el uso de recursos emocionales manipulativos.
Este enfoque humanista de Hamaguchi, enfocado en la evocación poética en lugar de una representación realista, ofrece sorpresas inesperadas. Descifrar estas sorpresas se convierte en un desafío, y compartirlas permite disfrutar de un placer singular.
Esta película icónica de la posnueva ola francesa captura el alma libertaria del movimiento estudiantil de mayo de 1968, al mismo tiempo que se presenta como una observación desilusionada de su fracaso.
El realizador griego no explora con la profundidad que podría un enfoque narrativo más perturbador. Es sorprendente que no haya abordado con mayor intensidad dramática e ironía un tema que ofrece tanto potencial.