Un filme sin concesiones, sólido pero desagradable. Zalla es un poderoso creador de atmósfera, encuentra el lenguaje perfecto para contar su historia y los actores desprenden realismo.
Rutinaria y plana. Ninguno de los personajes, ni lo que hacen ni lo que dicen, reúne el menor interés. Los malos tiempos se prolongan demasiado en el cine de Paul Schrader.
Una película tensa y áspera, que te contagia la adrenalina que emborracha a sus personajes. Bigelow no hace discursos morales y la narrativa rebosa veracidad, con un suspense de primera clase que provoca terror.
La veo con desasosiego, sensación que perdura al recordarla. El planteamiento de Oren Peli es brillante. Con sentido de la atmósfera, escasas trampas, habilidad, imaginación y posibilismo.
Revisé la mitificada 'Easy rider'. Es mediocre, y a ratos grotesca. Lo único admirable en ella es la interpretación de Jack Nicholson y la excelente banda sonora. El resto es un tripi chungo.
Buen entretenimiento, agradezco haber estado dos horas interesado (aunque no fascinado) por lo que se presenta en la pantalla. Me emociona cada vez que con la aparición de la excelente actriz Carolina Yuste.
Un producto digno para las multisalas. Los personajes utilizan los coches para expresar lo más profundo de su personalidad, como forma de vida, como suprema afirmación.
Me provoca la certeza de estar frente a algo que fascina y repele al mismo tiempo. La atmósfera es tanto enfermiza como excitante; da miedo y asco, pero también tiene un imán que atrae. El clima es desolador, pero logra empaparte.
Como sus personajes, puedes acabar vomitando. Me repele el cine de Ferreri que hizo después de esas dos películas formidables tituladas 'El pisito' y 'El cochecito'.