Partiendo de la base de que no me creo nada, reconozco que está rodada con audacia y originalidad; además, me mantiene entretenido y en ciertos momentos tiene un encanto particular.
Todo es correcto y olvidable. Nada más. Veo y escucho esta muestra de cine de acción sin padecer ningún sobresalto. No me aburro. Pero tampoco me entusiasmo en ningún momento.
Es turbia y está presentada mediante planos y contraplano. Las actuaciones son destacables, en especial la de Milla Jovovich, quien aporta un toque intrigante a su personaje. Sin embargo, la película en conjunto me deja una sensación de desagrado.
Con claridad y profundidad, se presenta un universo descrito con inteligencia y sensibilidad, evitando el sarcasmo superficial. Sin embargo, mi agnosticismo me hace sentir un cierto distanciamiento respecto al tema tratado.
El drama de una mujer lucha por entender la confusión emocional y mental de su novio, quien ha cambiado profundamente. La historia está narrada con gran inteligencia, sutileza y una profunda carga emocional.
Es superior a la versión original, que ya era de mi agrado, especialmente por la actuación del inolvidable Wayne. Los hermanos Coen han creado otra obra maestra, destacando la brillante interpretación de Jeff Bridges.
No encuentro entretenimiento en las locas peripecias, las situaciones cómicas y los diálogos que pretenden ser ingeniosos de estos entrañables inadaptados.
Resulta muy grato como espectador ver los disparates, equívocos hilarantes, te quedas con ganas de continuar siendo testigo de este disparatado personaje.
Dos horas y media que acaban haciéndose interminables. Es una película que no provoca ni frío ni calor, aunque se empeñe en ser intensa, agridulce y compleja.
Acaba enganchándome. Sin excesos. Me intriga progresivamente cómo va a acabar este relato (...) los diálogos poseen agudeza (...) Pero, ante todo, encuentro hipnótica y admirable la interpretación de tres actrices privilegiadas.
Lanthimos y su obligación de ser el más retorcido y posmoderno convierte progresivamente la historia en una repetición de momentos sin la menor gracia, en un planificado y aburrido disparate.
Sucesión de tópicos, personajes con vocación de realismo pero que se transforma en esperpentos, mordacidad que pretende ser incisiva aunque resulte plana. Es una película pretenciosa y leve, tan fácil de consumir como de olvidar.