Penetrante retrato de la sensibilidad infantil y la interpretación abarrotada de naturalidad, matices y veracidad de los niños. Sin embargo, el ritmo es demasiado moroso y el desenlace está innecesariamente alargado.
El filme carece de coherencia y realismo, convirtiéndose en un tedioso y exasperante desvarío de un creador cuya supuesta genialidad es aclamada por la cinefilia más elitista.
Machaca por opresiva. Staho demuestra talento y osadía al adentrarse en terrenos psicológicos inquietantes, pero no tengo la menor intención de volver a ver su frustrante película.
Cartas del parque es una obra que resalta la esencia del romance, mostrando de manera pura y delicada el vaivén emocional y la evolución de sus personajes. Su narrativa es inteligente y sensible, combinando humor y piedad para ofrecer una visión conmovedora.
Lujosa nadería. Tanta acumulación de talento ha generado algo que resulta tanto mediocre como tedioso, careciendo de cualquier secuencia que logre alterar el ánimo o evocar emoción.
Me cautivan los primeros planos prolongados que transmiten insatisfacción, desconfianza, temor y mentiras. Estas imágenes, junto con la atmósfera y los sonidos, poseen una fuerza, un estilo y una autenticidad innegables.