En el admirable 'Informe Robinson' se rinde tributo a la selección que brindó no solo alegría y orgullo a su nación, sino también a todos los que aprecian la grandeza que el fútbol puede ofrecer.
¡Qué bien hace esto Saura! La estética visual que crea es poderosa, y el lenguaje que utiliza irradia intensidad y elegancia. La fotografía de Storaro, junto con su continua complicidad con Saura, es verdaderamente deslumbrante.
Sabroso documental. Resulta conmovedor escuchar el testimonio de maduros o viejos melómanos sobre lo que supone para ellos ver en directo a estos legendarios señores.
Algo no está bien si, a pesar de contar con un contenido emocional tan poderoso, solo siento indiferencia. Es admirable que evite el maniqueísmo en la forma en que aborda a los personajes.
Insuficiente adaptación de Philip Roth. Coixet presenta secuencias de enamorados que resultan excesivas. La película no logra dejar una impresión emocional ni conmover al espectador.
Loach y Laverty capturan nuevamente la esencia y el ingenio en una película que muestra un profundo aprecio por sus personajes. Mantiene siempre el interés del espectador, entrelazando momentos conmovedores con toques de humor.
Otro violento desvarío de Kim Ki-duk. El estilo se aproxima a lo grotesco, la estética es tremendista y retorcida, el protagonista me parece uno de los actores más infames que he visto nunca.
Carla Simón muestra un fuerte sentido del neorrealismo y una forma auténtica de retratar a los demás. A pesar de estas virtudes, el drama no logra cautivarme ni transmitir las emociones que más aprecio en el cine.
La mordacidad de Loach se siente apagada. "The Navigators" resulta predecible, débil y repetitiva. Aunque hacia el final se muestra cierta intensidad y tragedia, esto llega demasiado tarde para mantener mi interés. Es una obra menor de Loach, cansina y fácilmente olvidable.
Es un trabajo notable de Kenneth Branagh, respaldado por un talentoso elenco. Su enfoque estilístico busca crear una narrativa visual que se aleje de las convenciones típicas del cine comercial.
La poética de Víctor Erice no logra conmoverme. Me encuentro en un estado de indiferencia que resulta inquietante. Las tres horas de la obra se me hacen tediosas y carentes de emoción.