No hay nada apasionante que contar de 'White material', aunque el material que trata sí lo fuera. La historia no posee tensión aunque sí conductas inexplicables y una absoluta impotencia expresiva por parte de la directora.
La historia es conmovedora, pero la forma en que el director la presenta me deja indiferente. Los altibajos emocionales no logran tocarme. Es una película que se puede ver sin que realmente te afecte, aunque se desdibuja rápidamente de mi memoria.
Compleja y excelente película. Los intérpretes, recurrentes en la obra de Vinterberg, resultan creíbles y cercanos. Celebras que en esta época sombría surjan algunas joyas en el cine.
Es una película hermosa y agridulce, que a veces se siente un poco blanda y contiene momentos predecibles, pero está bien narrada. Aún así, cuenta con algo excepcional. Bridges es puro estilo, sutileza, magnetismo y humanidad. Incluso canta de manera notable.
El director tiene la audaz idea de volver a juntar a los personajes de ‘Un hombre y una mujer’. Sus intenciones me parecen atractivas y muy humanas pero el resultado me deja frío.
Es muy bonita y tiene esa trabajada fascinación y lirismo genuino que caracteriza al cine de este extraño director. Decepcionó bastante en Berlín incluso a los seguidores incondicionales de Mallick. A mí me gusta más que 'La delgada línea roja'.
Lacuesta es un eterno buscador de un estilo propio y distinto para contar historias, pero me resulta imposible conectar mínimamente con esa estética rebuscada, experimental, vacua.
Realista, complejo, admirable Scorsese. La parte final, hablando del ocaso y la devastación física y mental, me parece uno de los grandes desenlaces de la historia del cine.
No sabía nada sobre lo que sucedió con Laurel y Hardy tras su apogeo. 'El Gordo y el Flaco (Stan & Ollie)' narra su historia con ternura y gracia, de manera inteligente y estética, reflejando un encanto nostálgico de otra época.
A los cinco minutos ya estoy atrapado por las situaciones tragicómicas y surrealistas que presenta esta película. Está impecablemente dirigida, con un ritmo modelado que se ajusta perfectamente a cada plano y secuencia. Es ágil, sorprendente y realmente divertida.
En esta estupenda película de Paolo Virzì, la interpretación grandiosa es la de la volcánica Valeria Bruni Tedeschi. Es una película bonita, vital, imaginativa, desgarrada, alegre y triste.