Una de las películas más destacadas del año, destacándose más por su mensaje profundo que por su presentación. Sin duda, resulta ser la más imprescindible.
Aunque inicia con mucha fuerza, la película pierde ritmo a mitad del desarrollo, pero logra recuperarse un poco hacia el desenlace. Se percibe en Gonçalo Waddington un talento que podría resaltar en sus futuros proyectos.
La forma de abordar el proyecto, la fotografía impecable y la sensibilidad del cineasta hacen de ‘Sedimentos’ uno de los momentos más intensos, tiernos y emotivos de la cosecha anual de nuestro mejor cine de no ficción.
Demoledora y brutal ópera prima, lo que nadie podrá negar es la solidez cinematográfica de Mikel Gurrea. ‘Suro’ es una de las películas del año que hay que ver. Sí o sí.
Una distopía hipnótica y rica en misterios. Gracias a sus escasos diálogos y a sus escenas visualmente impresionantes, Hadzihalilovic logra imponer su singular universo, ofreciendo una experiencia cinematográfica diferente a lo que estamos acostumbrados.
Brillante ópera prima. Magnífica película sobre la fe y la comunicación, la necesidad de ser escuchado y el deseo de leer los pensamientos de los otros.
Mercedes Morán sobresale en su actuación junto a Ricardo Darín. La película es una comedia entrañable, con una producción cuidada y actuaciones destacadas. Sin duda, atraerá a muchos espectadores.
Es lamentable que el inicio de la película sea tan lento, ya que 'A Dark-Dark Man' ofrece un retrato corrosivo, cuenta con un magnífico actor principal, una fotografía intrigante y una visión ácida del cine de autor contemporáneo.
Excelente película, fascinante e imprevisible. Es un híbrido que combina el documental íntimo, social y político, con un thriller de ficción, además de ofrecer una profunda reflexión sobre el objetivo y propósito del cine contemporáneo.