Excelente película, fascinante e imprevisible. Es un híbrido que combina el documental íntimo, social y político, con un thriller de ficción, además de ofrecer una profunda reflexión sobre el objetivo y propósito del cine contemporáneo.
De visión obligada para todo espectador que quiera disfrutar de lo mejor del año en las salas de cine. Demasiada rica en su concepción para verla solo una vez.
Una perfecta coherencia con las inquietudes de su filmografía y unos momentos sorprendentes, sobre todo cuando el cineasta se adentra en la farsa. El espectador puede tener la sensación de que se encuentra ante una repetición más sobre el mismo motivo.
Un film sólido con impactantes planos secuencias que logran transmitir la angustia de la situación. La duración de dos horas y media es adecuada, permitiendo que el público se sumerja en la historia. Además, los actores ofrecen interpretaciones memorables.
Apasionante inmersión en lo más profundo de las entrañas judiciales de un país. Brillante documental que hace entrar la realidad en el cine e invita a participar en ella.
Sincera, brillantemente interpretada y honesta. La inteligencia de su guion no impide una sensación de repetición en su narrativa. La película es un gran encuentro con la intimidad familiar del necesario duelo, que el cineasta cierra con gran lucidez.
María Elorza nos lleva en un hermoso y onírico viaje junto a mujeres fascinantes, recorriendo capítulos llenos de color y cine. Es una ópera prima que combina sabor y literatura, evocando la dulzura de una magdalena de Proust.
