El filme aborda el suspense de manera estilizada. A lo largo de saltos temporales, la narrativa presenta una serie de historias algo desarticuladas, lo que provoca que el impacto de la película disminuya.
Reflexión cinematográfica en voz alta sobre la perfección en el tenis. El genio de John McEnroe choca con la obsesión de un cineasta, lo que resulta en un análisis dinámico y provocador que invita a cuestionar los límites del deporte y la creatividad.
Loach narra con un enfoque simple la historia de un padre de familia. Su defensa del cine austero es contundente y crítica, arremete contra el capitalismo digital de manera rápida y dolorosa.
Aseada y solventemente protagonizada por un Miguel Ángel Solá en un papel exagerado, el tono teatral de su actuación aporta una solemnidad que contrasta con los diversos personajes que conoce en su camino.
Muccino revitaliza el subgénero de películas sobre entrenadores de equipos infantiles, transformando el legado de estas historias en una versión que recuerda a 'Mujeres desesperadas', pero con el fútbol como telón de fondo.
La película se centra en la mirada introspectiva del protagonista hacia su historia, enriquecida por imágenes de archivo significativas y, lo más importante, por su atenta y poética reflexión sobre su propia música.
El entrañable encanto de un filme imperfecto con todos sus fallos, hay algo que embruja; un encanto especial que hace fácil el discurrir de la historia.
Ficción brillantemente sostenida por Bekhti, Leklou y Bourgoin que remite a 'Sommersby' o a 'El regreso de Ashby', aunque presenta cierta monotonía en su realización. Se echa de menos un poco más de energía.
Bollaín se adentra de nuevo en el cine social, logrando una obra excepcional al entrelazar varias historias en una sola, mostrando un gran nivel de construcción y cohesión.
Lección de vida conmovedora, con un fuerte valor cinematográfico que radica en la oportunidad presentada en la historia. La película transcurre con naturalidad, sin recurrir a trucos para generar esperanza.
Entre choques de texturas escénicas y una producción bien ejecutada, la visión de Félix Sabroso como cineasta intuitivo resuena profundamente. Su búsqueda constante por el significado se manifiesta de manera impactante.