Oscila entre un intimismo estilizado y las imágenes de un Ulrich Seidl mediterráneo. Sin embargo, el impresionante despliegue visual se ve comprometido por el tono subyacente de la película y su desenlace poco contundente.
Este nuevo trabajo de Kusturica, con su toque conmovedor, revela que nuestra perspectiva, frecuentemente condicionada por el contexto, también necesita ser revisada.
Elejalde y Manquiña brillan, cumpliendo con las expectativas. El director de 'Airbag' se propone salvar a España por un momento, disfrutando junto a sus amigos de siempre.
Lumet presenta una película impactante que transforma la tragedia clásica en una obra contemporánea. Consigue un equilibrio entre lo original y lo atemporal.
Es un sensacional canto a la desmesura. Todo ello se traduce en un entretenimiento de calidad, aunque no alcanza una fuerza estilística notable ni la profundidad esperada. Al final, se presenta como una evasión inteligente, aunque sigue siendo una mera distracción.
La trama presenta una versión más sombría de James Bond, claramente influenciada por las adaptaciones de Batman de Nolan, explorando diversas subtramas que actúan como precuelas para el personaje.
Documental de ritmo contemplativo que aborda la compleja integración de testimonios de expertos y precisas recreaciones históricas con actores, ofreciendo un reflejo sugerente de la realidad.
La obra de Iannucci resalta su afecto genuino por los personajes. Su enfoque más optimista también logra impactar, y la influencia de Dickens siempre agrega valor.
Los árboles del envoltorio televisivo impiden a menudo apreciar el impresionante bosque de supervivencia extrema. Ha creado un espacio amplio para mostrar su naturaleza salvaje y atraer a quienes se acerquen, ya sea que conozcan o no las novelas.
El filme aborda el suspense de manera estilizada. A lo largo de saltos temporales, la narrativa presenta una serie de historias algo desarticuladas, lo que provoca que el impacto de la película disminuya.
Reflexión cinematográfica en voz alta sobre la perfección en el tenis. El genio de John McEnroe choca con la obsesión de un cineasta, lo que resulta en un análisis dinámico y provocador que invita a cuestionar los límites del deporte y la creatividad.