El conjunto es demasiado estirado y su tercer acto resulta realmente pobre. La falta de profundidad en su metáfora lo hace insostenible. Es una película que parece estar diseñada para impactar, incluso a aquellos a quienes su discurso social busca humillar y desmantelar.
La inusual combinación de Tornattore y Ozu puede resultar difícil de digerir. Al inicio, la fusión se siente forzada, pero a medida que avanza la trama, se vuelve más armoniosa.
Nos lo hemos pasado bien con esta enésima exploración sobre el callejón sin salida del narcotráfico, pero 'Sicario' no logra capturar completamente la brutalidad y la violencia extrema del crimen en México.
Una película inusual que, en su primer visionado, capta más nuestra atención que nuestra aprobación, lo que nos impulsa a re-watcharla para descubrir si nos hemos perdido algún aspecto fundamental.
Una comedia que se siente restringida y que podría haberse beneficiado de un poco más de locura. El guión muestra inteligencia y las actuaciones son enérgicas, pero, al igual que un candidato presidencial, la película no logra cumplir con las expectativas que genera.
Un film tibio y depresivo, carente de memorabilidad, que evoca la década de los noventa y carece de autenticidad. Intenta ser sutil, pero su ritmo lento termina por minimizar su efecto dramático.
Me parece lo peor que ha rodado Tarantino en su vida. Casi todo se antoja gratuito y efectista, y su supuesto objetivo pierde impacto debido a la infantilización exhibicionista.
El filme da la impresión de que podría haber explorado más a fondo sus intenciones. Nunca logra establecer una conexión efectiva entre lo tangible y lo sobrenatural.
Un audaz y kubrickiano recorrido hacia la esencia de la locura. El efecto que genera esta película eleva al director británico a un nivel superior, listo para enfrentarse a los más destacados cineastas de la actualidad.
Moretti logra capturar gran parte de su esencia cinematográfica, aunque el resultado se ve afectado por un enfoque un tanto burdo en ciertas secciones.
Una película de viaje con un desarrollo bastante tradicional. La temática de la crisis entre generaciones se presenta de manera poco original y el guion es deficiente, ya que no logra establecer un tono adecuado.
Apreciable aunque, con el tiempo, decepcionante. Ruizpalacios muestra energía y determinación, pero le falta el dominio de los detalles sutiles. Es una pena.
Fábula melancólica a lo Woody Allen que se sitúa al nivel de las obras de metaficción existencial de Charlie Kaufman. Shimberg muestra una dirección ambiciosa, que logra mantener el control sin ser dominado por esa ambición.
Milagroso testimonio de un cine en peligro de extinción. Garrel logra transmitir una felicidad casi plena, una pasión por la vida que puede reconfortarnos.