A pesar de partir de una idea interesante y tener un espléndido vestuario, la película se queda corta. El desarrollo de la trama presenta un «conflicto» superficial que, al final, no deja más que una sensación de vacío.
A pesar de las reservas iniciales sobre su premisa, esta película se revela como una obra sofisticada que explora la pasión en la madurez, principalmente gracias a la química entre sus actores principales.
A Cruise logra demostrar con solo unos pocos planos en el impactante inicio del filme que, cuando se lo propone, sigue siendo el indiscutible rey de la pantalla. A pesar de que las escenas de acción están contenidas, varias de ellas destacan por su brillantez.
«El poder del dinero» se desarrolla de manera decepcionante. No ofrece sorpresas, a pesar de que el director intenta presentarlo como una crítica a la avaricia de los ejecutivos sin escrúpulos.
No es una obra maestra, pero logra mantener el interés y evitar algunos clichés comunes. Aunque en ocasiones, también tropieza en ciertos lugares comunes.
El primer trabajo de Celia Rico está lleno de sensibilidad y una narrativa inteligente. La película es un conjunto de pequeños pero significativos momentos, lo que demuestra la grandeza de la dirección de Rico.
El coqueteo entre el cine de Woody Allen y el estilo francés deja a Mar Coll con una película que se encuentra en un punto intermedio, resultando en un filme que se pierde en reflexiones y se entretiene demasiado en su propio universo.
El director logra transmitir un profundo impacto emocional a través de su estilo narrativo sutil y delicado, creando una atmósfera que, aunque frágil, resuena intensamente con los espectadores.
Nos encontramos frente a una historia cargada de emoción y sentimientos complejos, destacando un extraordinario actor que se presenta totalmente expuesto, tanto física como emocionalmente.
Una película con un presupuesto muy limitado que, si hubiera mantenido el tono humorístico del inicio durante toda su duración, probablemente habría atraído a más seguidores.