Esta película de enredo se enreda tanto en su narrativa que al final pierde su atractivo. La falta de gags realmente efectivos la deja en una posición decepcionante.
El filme, con una estructura reflexiva y una perspectiva cósmica, navega a lo largo de la mayoría de su duración entre las peculiares travesuras del celoso Manel y las curiosas propuestas estilísticas de Mateo Gil.
A pesar de partir de una idea interesante y tener un espléndido vestuario, la película se queda corta. El desarrollo de la trama presenta un «conflicto» superficial que, al final, no deja más que una sensación de vacío.
A pesar de las reservas iniciales sobre su premisa, esta película se revela como una obra sofisticada que explora la pasión en la madurez, principalmente gracias a la química entre sus actores principales.
A Cruise logra demostrar con solo unos pocos planos en el impactante inicio del filme que, cuando se lo propone, sigue siendo el indiscutible rey de la pantalla. A pesar de que las escenas de acción están contenidas, varias de ellas destacan por su brillantez.
Disparatada y excesiva, la película evoca con su escaso uso de diálogos el gran cine mudo de Tati, aunque parece estar cargada de un contenido ideológico que puede resultar excesivo para el estilo de Jeunet.
Intensa y oscura, esta película despierta una sensación de asfixia. La narrativa, impregnada de sangre y rencores, se desarrolla con un ritmo cautivador, creando una tensión turbia que atrapa al espectador.
Opresiva y oscura, esta película se presenta como un thriller donde la atmósfera se vuelve irrespirable. Ofrece una experiencia asfixiante y sobrenatural, aderezada con elementos de terror que capturan la atención del espectador.
«El poder del dinero» se desarrolla de manera decepcionante. No ofrece sorpresas, a pesar de que el director intenta presentarlo como una crítica a la avaricia de los ejecutivos sin escrúpulos.
Esta producción tiene una estética propia de las series B y presenta una combinación divertida de diversas influencias. Hay varias escenas que logran destacarse por su calidad, y el desenlace es tan inesperado que resulta casi cómico.
Con una atmósfera encantadora, esta película nos ofrece una exquisita colección de disparates ingeniosos, con un humor que a veces roza lo absurdo y lo irrespetuoso. Es un verdadero deleite cinematográfico.
Tres historias se entrelazan de manera interesante. Las magníficas viñetas de Giménez añaden valor al metraje, siendo lo más destacable de una película que evidencia su limitado presupuesto.
No es una obra maestra, pero logra mantener el interés y evitar algunos clichés comunes. Aunque en ocasiones, también tropieza en ciertos lugares comunes.
El primer trabajo de Celia Rico está lleno de sensibilidad y una narrativa inteligente. La película es un conjunto de pequeños pero significativos momentos, lo que demuestra la grandeza de la dirección de Rico.
El coqueteo entre el cine de Woody Allen y el estilo francés deja a Mar Coll con una película que se encuentra en un punto intermedio, resultando en un filme que se pierde en reflexiones y se entretiene demasiado en su propio universo.
El director logra transmitir un profundo impacto emocional a través de su estilo narrativo sutil y delicado, creando una atmósfera que, aunque frágil, resuena intensamente con los espectadores.
Nos encontramos frente a una historia cargada de emoción y sentimientos complejos, destacando un extraordinario actor que se presenta totalmente expuesto, tanto física como emocionalmente.