Delicada película. Con humor y sensibilidad, que no sensiblería, el cineasta nos guía por el duro día a día de estos fantásticos personajes sin grandes dramas para reflejar esa metódica y unida lucha por sobrevivir.
El filme resulta impactante, difícilmente digerible, sobre todo, durante el violentísimo y largo tramo final, pero necesario al cabo para entender y masticar tanta barbarie fundamentalista.
La segunda muerte de Lady Di es una película anodina y plana. No ofrece nada sustancial a la historia, la cual conocemos mejor a través de cualquier revista del corazón.
Nueva y potente adaptación de los famosos videojuegos. Todo funciona como un reloj acelerado. Es un filme muy entretenido que sabe mantener todo el tiempo un ritmo endiablado.
Este thriller dramático, a pesar de una potente e inquietante media hora inicial y de varias sólidas interpretaciones, pronto deriva en una historia que se va tornando previsible y en la que sobra algún que otro personaje y trama secundarios.
El filme resulta perturbador tras un arranque violento, la cinta trastabillea un tanto en su metraje intermedio para, durante el último tramo de la misma, levantar la cabeza.
Naomi Watts siempre ofrece una interpretación impactante, sin importar lo estereotipado que pueda ser el papel. El trabajo de Glendyn Ivin es bienintencionado, pero resulta algo superficial y típicamente televisivo.
Hay un leve tono de crítica social y mucho chiste con mayor o menor gracia. Sin embargo, carece de profundidad. Por ello, el filme termina en un equilibrio que no logra destacar.
La película se aleja del formato tradicional de un biopic. Joffé presenta una historia que él mismo ha creado, logrando una ambientación efectiva y un elenco que, en general, realiza una buena interpretación, mostrando su habilidad habitual.
Defrauda. Y no por la errática interpretación de Marisa Abela, sino porque parece ser un simple compendio de lo que ya sabíamos, leíamos o vimos sobre ella. Es sorprendentemente edulcorado.
El Napoleón del deslumbrante, irregular y visualmente impactante filme presenta una mezcla de elementos que sorprenden. La pátina de autoparodia postmoderna que recubre al personaje añade una dimensión interesante, aunque en ciertos momentos puede resultar un tanto excesiva.