Aunque la sombra, alargadísima, de 'Amèlie' la 'ensombrece' un poco, los tiernos desvaríos de esta pareja logran divertir y, a veces, incluso conmover.
Otro anime emocionante, lleno de colores y con un ritmo frenético, donde chicos y chicas se visten de las maneras más extravagantes que se puedan imaginar.
Se trata de una propuesta superficial, que se mueve constantemente entre la comedia y el drama, sin definir su rumbo. Es predecible que acabe por imponerse un largo trago de whisky.
Lo más entretenido es el prólogo. A partir de ahí, aquellos que busquen un guión que tenga una estructura coherente o que tenga sentido encontrarán dificultades.
Divertida y gamberra frikada, esta película destaca por sus ingeniosos toques de humor y una buena dosis de diversión. Es ideal para adolescentes y también para adultos que disfrutan del desenfado.
Largo en stop motion y 3D decimonónico, es técnicamente impresionante. La historia de Víctor y Sparky es conmovedora y profunda, lo que convierte a la película en una experiencia dolorosamente triste.
A nadie le debería importar cómo dirige Steven Soderbergh en los últimos años, ya que el resultado de su labor es una obra que se siente casi clásica, con tintes de dolor y una belleza imperfecta.
Realista, descorazonadora y con un aire de documental, la situación de estos personajes, sean ingleses o no, es tan incierta como el país que los alberga.
Esta comedia romántica presenta una dosis de realidad que la aleja, afortunadamente, del amaneramiento y el exceso de dulzura que suelen definir a la mayoría del género. Sin embargo, hay un elemento que no termina de encajar en el conjunto.
Sin ella como figura central en este filme predecible, un drama que se presenta como correcto, suave y ligeramente repetitivo, poco habría sido igual. Aunque en ocasiones exagera o sus gestos son excesivos, Streep reafirma su capacidad para interpretar cualquier personaje que le asignen.
Pequeña, teatral y notablemente «british», se valora la existencia de una película que presenta a los ancianos con el deseo de seguir dando guerra de una manera elegante.
El mayor problema de la película es que intenta hacer comedia con un protagonista masculino que resulta un maltratador en ciernes. El filme languidece en el camino.
El máximo atractivo de este simpático, agradable, pero prescindible filme radica en el notable grupo de actores que lo protagonizan de manera generosa, sin vergüenza ni rubores.
Una divertida y costumbrista comedia con buenas interpretaciones que incluye una importante reflexión: incluso la bondad debe practicarse en su justa medida.
Un filme que por momentos parece un intenso thriller político y psicológico, y otras, ese drama inteligente y agudo que el personaje principal sabe que nunca ha protagonizado ni realizará jamás.
Todo aderezado con bastante humor recuerda a una de esas películas adscritas al vetusto Dogma, aunque se encuentra saturada de dulzura, gags, tacos y situaciones inusuales.
Aunque la idea original tiene potencial, el espectador pronto notará que se exagera en su desarrollo. La «Cosa Nostra» ha perdido impacto y se ha vuelto una simple cuestión trivial.