La novela de Cecelia Ahern, que relata la historia de dos amigos que se encuentran secretamente enamorados, ha sido adaptada a una comedia romántica británica que resulta ser aceptable.
Los actores, que parecen haber sufrido un terrible accidente industrial que les otorgó el superpoder de repeler cualquier tipo de ritmo cómico, son completamente poco graciosos.
Un western cauteloso que gira en torno al placer de observar a Harris y Mortensen en sus interpretaciones. Su química en pantalla es notable y añade un valor especial a la narrativa.
Un debut sorprendente y misterioso de la República Dominicana, donde el cineasta Nino Martínez Sosa relata una fascinante historia real de ocupación y resistencia de principios del siglo pasado.
Dura, cruda y sombría película que presenta el dilema de las sufragistas de manera inmediata y real. La interpretación de Carey Mulligan es impresionante, merecedora de premios.
La película se enfoca tanto en la acción que deja poco espacio para desarrollar la vida emocional de los personajes, lo que dificulta conectar con sus destinos.
Sus sustos son bastante estándar, con nada nuevo que añadir al canon de las casas encantadas. Sin embargo, Christopher Smith aprieta las tuercas con malévola precisión.
Esta fábula sobre el lenguaje y la memoria es preocupantemente fácil de ver, aunque me impresionó en los devastadores momentos finales, en los que adquiere inesperadamente una gran profundidad y seriedad.
Las dos protagonistas están estupendas y la poderosa intimidad es increíblemente convincente. Saturada de emoción y color, aunque su profundidad novelesca conlleve una duración ligeramente forzada.