Sus sustos son bastante estándar, con nada nuevo que añadir al canon de las casas encantadas. Sin embargo, Christopher Smith aprieta las tuercas con malévola precisión.
Esta fábula sobre el lenguaje y la memoria es preocupantemente fácil de ver, aunque me impresionó en los devastadores momentos finales, en los que adquiere inesperadamente una gran profundidad y seriedad.
Es inteligente y merece la pena, pero resulta algo lastrada por el deseo de hacer justicia a la historia. Nunca carece de interés, pero no logra reunir el ritmo o la fuerza suficientes.
[McGregor] se deja ver, pero la película presenta un único punto de vista, lo que genera una sensación de artificialidad en su intento de crear intimidad.
Joe Keery intenta presentarnos un Travis Bickle contemporáneo, adaptado a la era de Instagram, sin embargo, el guion se siente inevitablemente superficial.
'Barney Thomson' no es lo suficientemente atrevida para alcanzar el estatus de culto. Sin embargo, vale la pena ver a Emma Thompson interpretando a una anciana con prótesis y un llamativo abrigo de leopardo.