Probablemente, quienes sufren de claustrofobia sientan un cosquilleo de terror que otros no experimentarán en esta película, que en general no logra dar miedo.
A falta de chistes reales, los actores parecen haber sido instruidos para gritarse las frases unos a otros, como si eso fuera a ser gracioso. Toma paracetamol, no palomitas.
Sensible y emocionalmente inteligente. Su profundidad y su textura la convierten en una película conmovedora sobre las familias, el paso del tiempo y la historia compartida.
Una película muy divertida que ridiculiza los absurdos humanos sin ser excesivamente cruel. Cruz demuestra su gran talento cómico y aquí juega de manera inteligente con el sentido común.
Mi único problema con el filme es que nunca llega a estar a la altura de la extravagante pareja de artistas formada por Sheldrake y Björk. Dicho esto, el guion está repleto de datos interesantes que te harán pensar.
No es solo un documental de aventuras en primera persona, sino también una reflexión sobre las frustraciones que conlleva vivir con una discapacidad y la lucha constante contra los estereotipos y suposiciones ajenas.