Lleva la manipulación al extremo, sacando a la luz la plasticidad de las imágenes: los colores estallan, los encuadres se recortan y los formatos se deforman en un viaje centrado en la dialéctica y yuxtaposición de fotografías.
El primer volumen es el más militante, aunque también el más débil. Se presenta como un tríptico que mezcla lo místico, lo social y lo paisajístico, ofreciendo una visión de un Portugal sumido en una crisis generalizada, excepto en lo que respecta a ideas.
La película parece perderse en una serie de citas encadenadas que carecen de un sólido fundamento dramático. Se encuentra atrapada entre un ejercicio de estilo bien ejecutado por su equipo técnico de la ESCAC y un cine experimental que no aporta novedades.
Un cuento ameno, contagiado por el espíritu del absurdo de Lewis Carroll en los mejores momentos y por el recurso a la broma chusca de 'Shrek' en los peores. [...] el Tarsem más diluido hasta la fecha.
Una de las películas más especiales del año. La debutante Helena Howard, con su energía y amplio rango de emociones al interpretar a Madeline, es uno de esos casos que justifican la existencia de premios de actuación.
Un superlativo Willem Dafoe en registro tierno. Bienvenido a tu película favorita del año. Al menos, de tu niño interior, que necesitaba esta inyección de libertad y juego infantil.
Ana Lily Amirpour utiliza sutiles toques de ingenio para aportar un aire renovado a su delicada historia de amor obsesivo y vampirismo en blanco y negro.
Un western cerrado y portátil que contradice la obsesión del género por los espacios abiertos y los grandes horizontes apostando por encuadres claustrofóbicos y acordes con la intimidad del relato, donde abunda lo simbólico.
Desbordantemente romántica, esta película combina derrapes sobre el asfalto con un amor a quemarropa. Es una balada que irradia estilo y actitud, convirtiéndose en el flechazo ideal para el verano.
Si se conecta con su particular sentido del humor basado en la situación absurda y la réplica sin sentido, se puede disfrutar de una de las comedias más graciosas del año y la sátira más explosiva del cine de superhéroes.
Una pieza beckettiana, "Nuestro Porno Favorito" propone la creación de un género cinematográfico inusual e inasible, que se sitúa entre las obras de Ernst Lubitsch y Luis Buñuel.
El director vuelve a aplicar su personalísimo estilo sobre el cine de género, esta vez de zombies, demostrando más humor que ideas. Intrascendente y casi al nivel de una broma privada, el resultado final es realmente flojo.