Un producto que parece carecer de dirección, utilizando el cine infantil como un mero recurso de marketing. La trama se siente como una aglomeración de elementos mal conectados. Es comparable a 'La Lego película' en la medida en que un Playmobil lo es a un Lego.
Un cuento ameno, contagiado por el espíritu del absurdo de Lewis Carroll en los mejores momentos y por el recurso a la broma chusca de 'Shrek' en los peores. [...] el Tarsem más diluido hasta la fecha.
Una de las películas más especiales del año. La debutante Helena Howard, con su energía y amplio rango de emociones al interpretar a Madeline, es uno de esos casos que justifican la existencia de premios de actuación.
Un superlativo Willem Dafoe en registro tierno. Bienvenido a tu película favorita del año. Al menos, de tu niño interior, que necesitaba esta inyección de libertad y juego infantil.
Ana Lily Amirpour utiliza sutiles toques de ingenio para aportar un aire renovado a su delicada historia de amor obsesivo y vampirismo en blanco y negro.
Si como obra cinematográfica el valor de Room 237 es realmente escaso, su potencia como cristalización de la sobreinterpretación paranoica del cine es innegable.
Un western cerrado y portátil que contradice la obsesión del género por los espacios abiertos y los grandes horizontes apostando por encuadres claustrofóbicos y acordes con la intimidad del relato, donde abunda lo simbólico.
Desbordantemente romántica, esta película combina derrapes sobre el asfalto con un amor a quemarropa. Es una balada que irradia estilo y actitud, convirtiéndose en el flechazo ideal para el verano.
Son detalles sutiles, como la singularidad de los actores, los que destacan el ingenio de esta adaptación poco convencional de Jekyll/Hyde, que logra cumplir con todos los objetivos pedagógicos.
Si se conecta con su particular sentido del humor basado en la situación absurda y la réplica sin sentido, se puede disfrutar de una de las comedias más graciosas del año y la sátira más explosiva del cine de superhéroes.
Una pieza beckettiana, "Nuestro Porno Favorito" propone la creación de un género cinematográfico inusual e inasible, que se sitúa entre las obras de Ernst Lubitsch y Luis Buñuel.
El director vuelve a aplicar su personalísimo estilo sobre el cine de género, esta vez de zombies, demostrando más humor que ideas. Intrascendente y casi al nivel de una broma privada, el resultado final es realmente flojo.
Juguete rubikiano sobre el género terrorífico. Una película ideal para los fans del tipo de cine que fundamenta la mitología de Sitges, un homenaje de dos connoisseurs socarrones que ofrece un análisis profundo del lenguaje del susto cinematográfico.