'Rogue Nation' reconoce lo que todos los espectadores sospechan: a pesar de cualquier situación, Hunt siempre sobrevivirá y habrá nuevas aventuras “imposibles” en diferentes lugares con otros directores. 'Mission: Impossible' tal vez no sea un alimento espiritual, pero brinda un entretenimiento espectacular.
Damon se muestra fatigado, como si deseara permanecer en las sombras. La ausencia de humor y la inquietud de la cámara chocan con el tono ligero de 'Mission: Impossible', una franquicia que ha sabido captar y adaptarse a su tiempo.
En su fachada, la película resulta interesante, pero su estructura evidencia falta de atención, dando la impresión de que Shyamalan no tiene claro a quién centrar su atención. El estilo que suele caracterizar al director se siente aquí como si careciera de energía.
C.K. ha logrado realizar una transición impresionante de comediante con dificultades económicas a millonario, manteniendo la contundencia de sus críticas y su aguda percepción. Su comedia refleja un enfoque realista y plantea preguntas incómodas, todo sin pretensiones.
La escritura de Bryan Cogman es flexible, capaz de evocar tanto risas como lágrimas en una sola escena. Aunque la trama avanza con lentitud, eso no me molesta. Es curioso, pero Game of Thrones ha comenzado a resultarme un poco empalagosa.
La cuarta película de Ruben Östlund actúa como un potente ataque contra la figura del hombre contemporáneo. En lo que respecta a la estética, Östlund logra un impacto visual impresionante en cada escena.
Aunque 'Trophy' no siempre logra mantener la imparcialidad, sigue siendo relevante. Independientemente de si estamos de acuerdo o no con las decisiones del cazador, lo esencial es que nos invita a participar en un debate complejo, sin soluciones fáciles y que requiere sacrificios.
'Our Kind of Traitor' vale el boleto por sus actores. Siempre he admirado la limpieza y la falta de vanidad de McGregor, a quien tal vez nunca nominen a un Óscar porque tiende a interpretar sin aspavientos.
El noruego Joachim Trier demuestra un nivel sobresaliente con su trabajo. Es indiscutible que su elección de montaje y estilo pictórico es ideal para una película que explora la esencia de las fotografías y nuestra dificultad para comprender a los demás.
La directora Alejandra Márquez Abella explora los mundos internos de sus personajes, mostrando cómo su dolor reprimido emerge gradualmente, llevándolos a lastimarse de maneras creíbles, todo sin caer en el sentimentalismo ni la crítica severa.