¿Por qué, Dios, por qué? (...) Es una obra tediosa que no es capaz ni de tocar las teclas emocionales típicas de las películas más convencionales de manicomios.
Si vas a pedir al espectador que acompañe a tu protagonista a través de una confusa espiral de pérdidas de memoria, episodios paranoicos, cambios de humor, alucinaciones y fatiga, es generalmente una buena idea hacer que le importe a ella en primer lugar.
Sorprendentemente rigurosa, conmovedora y sorprendentemente intrigante, teniendo en cuenta que su resultado es tristemente evidente desde el principio, esta fascinante historia real calibrada de manera poco convencional hará que su visionado resulte atractivo en los festivales.
No es tanto una película de terror, lo que puede decepcionar a los puristas, como una intensa pieza de género que muestra el fanatismo llevado hasta extremos mortales.
El veterano del teatro Recoing está absolutamente fantástico. Tanto el guion como este actor sutil y competente aportan mucha agudeza al personaje atormentado.
Una producción estupendamente equilibrada de 'Jesus Christ Superstar', en la que el carisma de las estrellas va acompañado de profundidad de sentimiento y caracterización.
Un retrato revelador. Laurent Bouzereau explora los altibajos de la carrera de la ganadora del Oscar, su vida personal, su trastorno bipolar y su complicada reputación.
Un capítulo conmovedor de la historia queer. La impecable selección de clips finales nos permite reimaginarlo como un hombre no sólo idolatrado como estrella, sino aceptado por la totalidad de lo que era.
Habría sido estupendo que hubiera sido más categórico en su celebración de ese legado, en lugar de menospreciar la obra por la que siempre será más conocida.
A pesar de su fuerza, su atmósfera y sus combates bien coreografiados, se trata de un tapiz histórico demasiado extenso para resultar convincente, sobre todo cuando se desvía de la pareja protagonista.
Los intelectuales de letras suelen ser protagonistas poco gratificantes en la pantalla. Lamentablemente, este es el caso de 'Dance First', una película muy bien interpretada pero carente de vida emocional.
Hipnótica. Encarnado por Sharlto Copley, su interpretación febril y espinosa resulta casi incómoda de observar. Ted Kaczynski es desvelado a través de sus propias palabras.
Aunque la película no escapa de la trampa hagiográfica del biopic reverente, sin embargo emocionará a los espectadores a los que les guste el drama inspiracional a gran escala.