Con la energía de las crudas pero medidas interpretaciones de Nicolas Cage y Tye Sheridan, la película capta la determinación y la compasión del dolor de sus personajes, que son los elementos distintivos del estilo del escritor Larry Brown.
Una fantasía geriátrica de venganzas tan crecientemente absurda que trivializa tanto el dolor de los supervivientes del Holocausto como el debate de cómo hacer justicia con los criminales de guerra.
Un guion mediocre y una dirección básica, pero los actores logran levantar la película. Hay una experiencia desgarradora detrás de esta historia, que culmina en un acto final donde se generan lágrimas genuinas.
Realizada sin música extradiegética, se trata de una película aparentemente sencilla y directa, pero llena de matices emocionales y muy bien interpretada por un sólido reparto.
Es un montón de películas emplastadas sin elegancia. Todos sus hilos narrativos tienen sus méritos, pero ¿puede ser satisfactoria una película cuando su narrativa es tan enrevesada?
Una fiesta delirante e incorregible, esta escapada hacia aguas turquesas y bufés de marisco es exactamente lo que muchos espectadores necesitan ahora mismo.
A pesar de algunos momentos conmovedores, gracias a las actuaciones de Steve Carell y Laurence Fishburne, la película parece forzada, lo que la convierte en una de las obras menos memorables de Linklater.
La rígida interpretación del personaje central disminuye el impacto emocional, pero la sensualidad visualmente atrayente de la película y su ternura le otorgan un prolongado hechizo.
Potenciado por unas interpretaciones llenas de candente ira y dolor, este es un drama rompedor (...) una intensa exploración de los efectos corrosivos de la violencia humana.
Una reflexión única sobre el amor, el dolor y la soledad. Kaufman y Johnson crean un mundo vívido y tristemente verosímil, tan gracioso como deprimente, pero precisamente fascinante a causa de su adormilada banalidad.
Un cortometraje encantador que presenta una cautivadora historia sobre un padre mapache, que es estricto pero amoroso, y lucha por mantener a salvo a su curiosa prole.
Es imposible resistirse a la explosiva reivindicación de la vida que hace. Cumple el doble objetivo de reimaginar 'The Color Purple' para un público nuevo y de dar un brillo fresco y chispeante a la historia de la versión de Spielberg.