Estamos ante un crowd-pleaser auténtico, que evita la manipulación y que, a pesar de algunos acordes musicales un tanto estridentes y algunos momentos algo exagerados, resulta irresistible.
Constituye no sólo un logrado exponente del género sino también un retrato muy valioso del abismo que existe entre Japón y los Estados Unidos: una película inteligente, coherente y muy persona.
Su vuelta se celebra y se disfruta a partir de una lograda mixtura entre el cine de género y esa sátira siempre despiadada a la corrección política. Bienvenido sea entonces este tan demorado regreso.
Sostiene su integridad, su honestidad artística, con una convicción y una nobleza conmovedoras. Así, con todas sus exigencias y sus riesgos, la de 'Anomalisa' es una experiencia que vale la pena transitar.
Una animación artesanal, hermosa y creativa que busca reflejar en la gran pantalla la estética del Gekiga. Khoo presenta la cara más sórdida y oscura del Japón ocupado, al mismo tiempo que muestra una búsqueda de recuperación moral y económica.
La animación es artesanal pero encantadora, aunque la trama se reduce a situaciones grotescas y excesivas. Es una propuesta que solo recomendaría a los auténticos seguidores de Zombie.
Es un bello y respetuoso acercamiento a la existencia cotidiana de distintos animales de granja. El resultado es en muchos pasajes decididamente fascinante.
Resulta una fallida propuesta con el espíritu pero sin la magia de los mejores exponentes de Disney, compañía que ahora es dueña de Fox y se ocupó del lanzamiento de este mediocre producto.
Un relato torpe, sin fluidez ni gracia, con un festival de sobreactuaciones (empezando por el propio Downey Jr.), animales digitalizados que no resultan demasiado simpáticos ni entrañables.
No es una obra maestra, pero se sostiene con argumentos sólidos y peso propio: una puesta en escena precisa, atmósferas ominosas bien logradas, actuaciones sólidas y un espíritu clásico.
Se trata de una película noble y entrañable que nos acerca a una geografía y una sociedad que nos resultan decididamente ajenas, pero por alguna razón misteriosa también nos cautivan.
Una obra bella y triste a la vez, austera, melancólica y a su manera también lírica. Un film -como su protagonista- a contracorriente de lo habitual. Una mirada muy particular y, por todo eso, decididamente valiosa.