Estamos ante una película derivativa y un tanto incómoda, con ciertos aspectos desprolijos, pero al mismo tiempo se siente audaz, desprejuiciada y sin temor al ridículo.
No hay en 'Elvis' ningún instante de intimidad, austeridad, relajación o felicidad. Luhrmann opta por los grandes éxitos y los momentos épicos de su vida, por lo que siempre estamos ante el mito y no ante un hombre de carne y hueso.
Un film cargado con las mejores intenciones, que va a las raíces, con una indudable potencia narrativa, con una notable actuación de Deadwyler y logrados recursos dramáticos.
Resulta una ficción que atrapa y en ciertos pasajes fascina, más allá de las valoraciones que cada espectador/a pueda hacer desde su perspectiva ideológica e identificación/rechazo respecto de los personajes en cuestión.
Un simpático ejercicio de nostalgia ligado al espíritu de las clásicas sitcoms. Todo funciona de manera razonable, aunque no estamos ante una obra maestra de la comedia.
Más derivativa y menos concisa que las obras anteriores de Sorkin, 'Being the Ricardos' presenta, junto a su evidente enfoque de reivindicación feminista, diversas capas que no logran funcionar en su totalidad.
En 'Cold War' cada plano es de una belleza y una intensidad conmovedoras, con dos protagonistas extraordinarios y buenos personajes secundarios. La película escapa de la demagogia y la concesión.
La nueva obra maestra de Paul Thomas Anderson es un film a contracorriente, de esos que -por temática, por ambientación, por ritmo, por tono, por profundidad, por sutileza, por elegancia, por matices y por sensibilidad- ya casi no se hacen.
Al menos regala ciertos momentos de intensidad emocional en los que es Kate Winslet quien saca el mejor provecho. No es mucho, pero quizás alcance para que los fans del ya octogenario director salgan mínimamente satisfechos.
Uno de los principales desafíos de 'Hambre de poder' es que su protagonista no resulta ser un personaje entrañable ni seductor, sin embargo, logra que el público entienda y hasta comparta su lógica.
Más allá de que pueda ser leída como una apuesta algo oportunista, políticamente correcta e inevitablemente didáctica y aleccionadora, Nichols mantiene aquí buena parte de la intensidad psicológica, visual y narrativa de sus trabajos previos.
Los directores de 'Barton Fink' y 'Fargo' regresan al terreno de la comedia más pura y, aunque no llegan a las alturas de 'Educando a Arizona' o 'El gran Lebowski', construyen un film leve, ligero, elegante y de indudable simpatía.
Película solemne, evidente y torpe, 'Crímenes ocultos' aspira a ser un thriller psicológico, un drama romántico, una épica histórica, un filme de espías y una obra de propaganda, pero los resultados son a menudo desconcertantes y en ocasiones fallidos.
Burton sigue alejado de sus trabajos más destacados. Se encuentra en una encrucijada artística, debatiéndose entre una vertiente más personal y las demandas de la industria. Es un director brillante, y esperemos que elija los senderos adecuados, ya que talento no le falta.
El resultado es menor dentro de la filmografía del notable realizador, pero en su medio tono conserva esa nobleza, ese encanto, ese estilo clásico y ese rigor que siempre han caracterizado la carrera del maestro.