Esta combinación entre El graduado y Licorice Pizza presenta elementos que la diferencian de las típicas comedias románticas, destacando su enfoque en la reivindicación de la nueva masculinidad.
Jamás pierde su eje, su esencia ni su austeridad. No hacen falta demasiados recursos cuando se cuenta una historia sincera, genuina y hecha desde el corazón.
Es, en definitiva, la película épica y monumental que todo fan exige a esta altura, pero también la comedia que los más pequeños celebrarán. Menos seria y oscura de lo que se preveía, la película regala un final de antología -épico y conmovedor-.
Quizás le falte por momentos un poco más de vuelo, algo más de humor negro (el poco que tiene es muy bueno) y de delirio absurdo para ser una auténtica heredera del subgénero clase B, pero 'Miedo profundo' asusta y entretiene.
Han Jae-rim construye tensión y suspenso en este thriller, integrando un contexto sociopolítico que enriquece la narrativa. Se destaca por no perder de vista la psicología y las motivaciones de los personajes, lo que añade profundidad a la historia.
Dhont muestra una profundidad psicológica y una convicción poco comunes en un director debutante al tratar la problemática transgénero. Así, la película nunca pierde su delicadeza ni su humanidad.
Con referencias a los clásicos del género y una audaz propuesta que raya en lo excesivo, incluso en su duración, Kang Hyeong-cheol se permite explorar diversos delirios.
Un film que muta constantemente y tarda en encontrar un eje sólido. Cuando finalmente lo logra, a través de la relación entre un sonidista y una bailarina, la película aumenta en intensidad y emoción.
Porque quiere ser demasiadas cosas a la vez o, peor, porque no sabe bien qué quiere ser 'Baywatch: Guardianes de la bahía' es una comedia intrascendente, efímera, rápidamente olvidable.
Una película que a veces presenta escenas impactantes y duras, pero que en general resulta ser fallida y decepcionante debido a su falta de sutileza y su superficialidad.
Es un profundo y fascinante estudio psicológico sobre los secretos y mentiras en parejas y familias. Un genuino ejercicio de género con una narración que escapa de la tentación del sensacionalismo, el amarillismo y el morbo.
Tenía todo para trastabillar o incluso hundirse porque está siempre al borde de caer en el patetismo y el ridículo. Sin embargo, los guionistas Ed Sinclair y Will Sharpe logran darle al relato buenas dosis de humor negro y hasta de ternura.
Esta película muestra al director de 'Velvet Goldmine' alejado de sus búsquedas autorales, pero como un eficaz y contundente narrador dentro de este género.