Un más que digno producto de cine catástrofe que pierde parte de su potencia cuando apela a trucos de guión y a ciertos golpes de efecto para subrayar la épica de los integrantes de una familia que sobrevivir a un tsunami.
La narración se nutre, se contagia de la sequedad, la aridez de ese universo gris, pero precisamente en el rigor, en la falta de concesiones y de demagogia está el principal mérito de este más que interesante film colombiano.
Es una de esas películas que se consideran "importantes" porque exponen las fallas del sistema. Resulta aleccionadora, ya que narra la historia de personas dispuestas a sacrificarse en formas inesperadas por alcanzar un noble objetivo en la vida. Sin embargo, a pesar de su mensaje, se siente en el fondo intrascendente.
Se sigue con bastante interés, destacando un buen manejo de la tensión y el suspenso. Es un digno exponente del género, aunque matizado por la corrección política de Hollywood.
¿Está mal? No necesariamente, aunque se ubique muy lejos de mi interés. Es más, el film apela, especialmente durante su primera mitad, a un logrado sentido del humor.
Una película que a veces presenta escenas impactantes y duras, pero que en general resulta ser fallida y decepcionante debido a su falta de sutileza y su superficialidad.
Goggi logra una narración con la suficiente tensión e intensidad para mantener la atención del espectador, aunque también recurre a elementos que provocan reacciones emocionales artificiales.
Tenía todo para trastabillar o incluso hundirse porque está siempre al borde de caer en el patetismo y el ridículo. Sin embargo, los guionistas Ed Sinclair y Will Sharpe logran darle al relato buenas dosis de humor negro y hasta de ternura.
No hay banalización ni superficialidad a la hora de abordar el tema. Aunque por momentos apela a una moraleja aleccionadora un tanto evidente, la película se sostiene siempre en la sensibilidad y la convicción con que ha sido concebida.
Esta película muestra al director de 'Velvet Goldmine' alejado de sus búsquedas autorales, pero como un eficaz y contundente narrador dentro de este género.
Un film que elude los lugares comunes del género bélico y que cree en el poder subyugante de las imágenes por sobre el diálogo aleccionador y la exaltación patriotera.
Lo que podía haber sido un telefilm aleccionador y a puro golpe bajo se convierte en una más que digna y perturbadora película sobre conspiraciones y pactos de silencio.
Peter Berg consigue su mejor película hasta la fecha como guionista y director, con esta precisa, implacable reconstrucción de una trágica misión real.
Una trama que en ninguno de los aspectos desentona ni se destaca demasiado: tiroteos, persecuciones en camiones, melodrama centrado en la relación padre-hijo, una perspectiva un tanto sordida y, por supuesto, una moraleja.