El film, narrado con gran destreza, resulta ser más serio y político de lo que al principio se percibe, tocando temas contemporáneos como las relaciones y los derechos de los animales.
Es difícil comprender cómo un elenco tan destacado y un director de fotografía talentoso como Robert Elswit decidieron participar en un proyecto que, para bien y para mal, se presenta como un verdadero disparate.
Reflexiones inteligentes sobre museos, historia del arte, soledad y madurez, además de su conexión con Viena y el cine. Es una pequeña joya que merece ser apreciada.
Resulta atrapante por momentos y algo tortuoso por otros. Varias de sus subtramas y resoluciones parecen poco creíbles, pero a pesar de ciertos caprichos, estereotipos y arbitrariedades, no se puede calificar como un thriller despreciable.
Más allá de cierta contradicción en las interpretaciones, 'Reyes de la calle' se presenta como un producto digno, noble y, en definitiva, bastante eficaz.
Luce impecable en sus diferentes rubros, pero en su perfección y excesiva atención al detalle, le falta un poco de fluidez, audacia y desenfado. Es un producto profesional y muy bien elaborado, diseñado para un público global.
Cumple parcialmente con sus objetivos. La mezcla constante de géneros y la exploración psicológica del protagonista atormentado no siempre logran captar el interés ni generar la tensión esperada, pero sigue siendo una película digna de atención.
Resulta una película valiosa e inquietante, de esas que inevitablemente detonan el debate cinéfilo (y sociopolítico). Una de las novedades más provocadoras del catálogo de Netflix.
El filme presenta impresionantes escenas y momentos que brillan tanto visual como intelectualmente. Sin embargo, esa chispa se pierde rápidamente en otras partes que se sienten insignificantes y mal ejecutadas.
Un documental sobre Cuba despierta curiosidad respecto a su postura. Lo sobresaliente de esta obra de Jon Alpert es que no ofrece una respuesta clara, logrando, sin embargo, tocar las fibras tanto de quienes apoyan como de quienes critican la situación en la isla.
El director, quien también cumple el papel de narrador, elude la crítica directa que muchos de sus colegas emplean. Las imágenes de archivo y los testimonios que presenta son tan poderosos que transmiten el mensaje de manera clara y efectiva.
Es un evidente exponente del documental político y el cine militante. Captará la atención de quienes comparten sus ideales y generará rechazo en los que no, pero el impacto humano de la película seguramente tocará las fibras de cada espectador.
No será ninguna obra maestra, pero está concebida con la nobleza y precisión de un artesano que, a 6 años de llegar a un centenario, maneja como pocos las resortes y herramientas de la narración clásica.
Una película que se torna cada vez más complicada y mecánica, llegando a ser incluso trivial. Es uno de los peores errores que puede cometer una producción.