El filme presenta giros intrigantes y una narrativa muy bien elaborada. Los actores brillan, elevando diálogos y escenas que, en manos menos hábiles, podrían haber resultado insípidos.
La utilización de locaciones reales es un hallazgo que destaca en esta película, la cual retrata de forma cruda los profundos cambios socioeconómicos de un país que busca dejar atrás su pasado comunista a través del consumo.
Las escenas de acción son impresionantes, creativas y divertidas, ofreciendo momentos de pura euforia y una dosis de adrenalina que solo se logra con los mejores avances del cine moderno. Sin duda, se cumple la misión.
Hay en 'Te veo' algo más que astucia e ingenio. Podría haber salido muy mal y, más allá de algunos convencionalismos y golpes de efecto, el resultado es positivo.
Estamos ante una de las obras menos exitosas de Zvyagintsev, marcada por su dureza y una clara carga emocional. Su estilo, aunque inconfundible, puede resultar abrumador en esta ocasión.
La historia arranca de manera entretenida, incluso con Houellebecq participando en una especie de autoparodia, sin embargo, a medida que avanza, pierde su encanto y se vuelve más autocongratulatoria.
Un personaje femenino que combina vulnerabilidad y fortaleza, en una historia que a menudo resulta desoladora, pero que también refleja un profundo sentido de humanismo e integridad.
Gordon-Levitt mantiene el relato con una destacada inteligencia y respeto, demostrando ser un excelente director de actores. Su obra culmina en un profundo análisis sobre las transformaciones de las nociones tradicionales de masculinidad.
El resultado es excesivamente serio y carece de sorpresa, lo cual no se alinea con la situación actual en el ámbito de las biografías cinematográficas.
Presenta un impresionante espectáculo de efectos visuales y sonoros característicos de las grandes producciones de Hollywood, al mismo tiempo que crea un universo rico en personajes, conflictos y detalles que enriquecen la trama.