El relato transita una medianía relativamente atractiva hasta que, sobre el final, la ingenuidad desaparece y sobrevienen la represión, los elementos trágicos, los golpes de efecto, el subrayado y el discurso moralizador.
'Red social' resulta una película fascinante, un thriller atrapante (con un gran manejo de la tensión y el suspenso) incluso cuando se hable de algoritmos.
En la línea del cine social de Ken Loach y de los hermanos Dardenne, Arnold sostiene el relato, alejándose lo más posible de los golpes bajos, aunque sin por eso dejar de ser impiadosa ni sensible en su retrato humano.
'Navidad' arranca con alguna indecisión, pero va creciendo en tensión y cierra con un par de secuencias muy intensas, arriesgadas y logradas, confirmando a Lelio como un talento a seguir.
La película evita los extremos, como el patetismo, la demagogia y la comedia absurda. Su puesta en escena es muy cuidada, lo que le permite ofrecer observaciones claras y reflexivas sobre la vida adolescente.
Un rompecabezas, o un drama con efecto bola de nieve que -más allá de cuestiones burocráticas o ideológicas que sobrevuelan- nos expone en todo su alcance el dolor, la culpa y los traumas que dominan estas historias de vida.
Con una narración sólida que saca provecho visual y en la construcción de climas de los paisajes sureños en el desolador invierno y con un impecable elenco, Sorín termina consiguiendo un film noble y riguroso.
El film recurre en ocasiones a una aproximación simplista para abordar las diferencias culturales y de clase, pero está elaborado con habilidad y firmeza.
Nunca pierde su nobleza, su carga emotiva y al mismo evita tanto la demagogia como la bajada de línea obvia, recargada y discursiva, cuanto tenía todo servido para eso.
Podría haber sido un melodrama insoportable, un culebrón recargado y adoctrinador, y -en ciertos momentos- está cerca, muy cerca de caer en esa moralina, ese espíritu manipulatorio, esa crueldad y ese regodeo.
Una película que pasará desapercibida en la historia, destinada a ser recordada principalmente por los fanáticos incondicionales de Sandra, quienes celebrarán su victoria en la noche de los Oscars.
Más allá de su fuerte impronta política y de sus intrigantes elementos fantásticos, 'Ashkal' se presenta como una auténtica y refrescante rareza en el panorama del nuevo cine africano.
El audaz director austríaco aborda el racismo y el turismo sexual, superando el grotesco y la provocación para descubrir nuevas dosis de sensibilidad y matices en su obra.
Alex Ross Perry lo convierte en algo único, profundo y poderoso. Su nuevo trabajo tiene una densidad emocional que convierte al film en un trance incómodo y perturbador difícil de asimilar por parte del espectador.