Sin abandonar un tono ligero, que puede ser percibido como una limitación narrativa o como la mayor virtud de un film, no logra sorprender del todo, aunque evita caer en los lugares comunes.
En varios momentos 'Doble discurso' revela que su verdadera lucha es por adquirir un alma cinematográfica genuina, mientras avanza por caminos ya recorridos por otras películas de manera previsible y algo cansina.
Es una película pequeña, frágil, imperfecta tal vez, pero que demuestra que los caminos pueden volver a recorrerse. Que la misma historia puede contarse de nuevo, de manera diferente, casi como si fuera la primera vez.
Castro Godoy narra una historia que, aunque universal, se enriquece con detalles locales gracias a un guion inteligente y certero. Este enfoque logra evitar tanto los golpes bajos como la idealización, ofreciendo una perspectiva fresca y auténtica.
El viaje ofrece una experiencia sensorial que a veces se vuelve abstracta en sus aspectos visuales, aunque está respaldada por un sonido meticulosamente trabajado en la postproducción. Al mismo tiempo, tiene una concreción que puede compararse con la de un órgano.
No es la primera vez que el director francés trata asuntos médicos; en esta ocasión, se centra en un médico rural que lidia con una enfermedad terminal. Destacan los momentos de realismo que ofrece, superando a los elementos ficticios.
La violencia visual destaca junto a un argumento intrigante de Ed Brubaker. Puede parecer que se centra solo en la forma, pero también ofrece una reflexión profunda sobre personajes que viven en un mundo similar al nuestro.
Aunque no alcance el nivel de sus mejores obras, esta película puede ser una buena introducción al trabajo de Chow, quien cuenta con once películas como director y más de cincuenta como actor.
Álvarez nunca privilegia su propia visión sobre sus personajes, ni los presenta de forma burlesca. A pesar de que la narrativa puede acercarse a terrenos delicados, eso no impide que mantenga un respeto genuino hacia sus creaciones.
Con paciencia y una atención al detalle que roza lo milimétrico, 'El discípulo' transmite los complejos conflictos de su protagonista de forma transparente.
No aporta muchas sorpresas, pero a pesar de que su previsibilidad es evidente, también destaca la frescura de la casi debutante Eva Noblezada en el cine.
Una película efervescente, juguetona y política en un sentido profundo, y vale la pena preguntarse si, de aquí en más, los organismos estatales brasileños dedicados a los subsidios cinematográficos ofrecerán ayuda para proyectos con temáticas similares.
Termina siendo similar a lo que busca parodiar. Sin embargo, la película no se burla de forma despectiva ni desvaloriza a ningún personaje, lo que es un gran mérito.
El director se toma el tiempo necesario para entrelazar las narrativas, pero son en los matices de lo que parece más importante donde se encuentran los momentos más impactantes de 'Paradise'.
El comediante que construyó su carrera en el silencio utiliza su voz para destacar la comicidad, siendo un ejemplo brillante de sátira y burla, sin descuidar los gags físicos.
El cuarto largometraje del director de "Sin aliento", con Anna Karina en el papel protagónico, se destaca como una de las obras más bellas y pulidas de su filmografía, y se sitúa como la más melancólica y trágica dentro de su legado cinematográfico.