Broche de oro de una trilogía de historias que demuestran, sin duda alguna, el enorme talento de Hamaguchi, uno de los cineastas indispensables del cine nipón contemporáneo.
El realizador francés Xavier Giannoli vuelve a utilizar una fórmula narrativa que le ha brindado éxito en el pasado, creando un universo realista y creíble que se fundamenta en la estructura clásica de tres actos.
Realizado a solicitud del Museo del Prado para conmemorar el quinto centenario de la muerte de Hieronymus Bosch, la película logra ser educativa sin abrumar al espectador con análisis excesivamente eruditos.
Tom Hooper tomó una decisión arriesgada que podría haber llevado a una obra maestra o, como ha sucedido, a un resultado exagerado y, en algunos momentos, algo ridículo.
Ambiciosa, desorbitada y extensa para el género de horror, la película utiliza a la perfección la imagen, el sonido y una tensión dramática que contribuyen a crear un suspenso básico y puro.
Se lamenta la falta de opiniones diversas. Sin embargo, el mayor problema radica en la dramatización con actores que ilustra esas inquietudes a lo largo de noventa minutos, lo que debilita considerablemente la fuerza del mensaje.
'Colectiv' ofrece una visión penetrante y desoladora sobre la intersección de la política, el poder y la corrupción, revelando la deshumanización que caracteriza a un sistema de salud, donde el paciente suele convertirse en un mero peón sacrificial.
El film va más allá de una mera denuncia de hechos, ya que presenta de manera indirecta cómo el sistema de inteligencia y represión policial afectó profundamente y destruyó a varias generaciones de una misma familia.
La trama puede llegar a ser absurda en ciertas partes, pero gracias a un manejo efectivo del ritmo y a la creación de atmósferas cautivadoras, el espectador permanece inmerso en la historia, sin enfocarse demasiado en esos detalles.
La concisión de la nueva obra del director de 'Vikingo' convierte la historia en una poderosa locomotora narrativa. Sin embargo, es su película más superficial y las habituales desigualdades en las actuaciones del elenco resultan perjudiciales.
El cine italiano presenta un filme que, con influencias de Rossellini, Olmi y Pasolini, explora de manera sutil y original las problemáticas del mundo. Lo hace a través del retrato de una criatura que es tanto terrenal como extraordinaria.
Se presenta como una mirada íntima a una comunidad sumida en la pobreza y la desilusión, donde una nueva generación empieza, aunque con cautela, a abrir la puerta a la esperanza.