Lejos del melodrama, la película de Thornton demuestra un talento notable para capturar la esencia de las escenas sin recurrir a una denuncia simplista. A través de su narración, guía al espectador en un profundo viaje hacia lo salvaje y lo interior.
La película se presenta como un tributo al amor y al mundo de la aviación. Sin embargo, también refleja una vida en tiempos difíciles y actúa como una especie de despedida de una forma particular de entender el cine.
Un film que recuerda a aquel cine español de la vuelta de la democracia, con su estructura de estampa histórica reconstruida en pantalla, personajes arquetípicos y diálogos en forma de declamación.
Kaupinis elige un tono serio, pero no solemne, acompañado de una cuidada fotografía en blanco y negro y un formato de pantalla casi cuadrado, evocando sin reservas el pasado del cine. Sin embargo, 'Nova Lituania' no se presenta como un film académico ni preciosista.
El opus N°46 de Allen, una de sus mejores películas en varios años, no es tanto una añoranza sobre un pasado idealizado como una lectura en clave irónica sobre el cine producido en Hollywood en su era dorada, que tiene su correlato en una Nueva York de jazz y gangsters.
Una película tan obsesionada con los pelos y señales de la estampa que olvida casi por completo su cualidad esencial de reflejo creativo. Y que en su obsesión por darle brillo al continente termina vaciando su posible contenido.
El resultado es un relato episódico en el cual los momentos de mayor intensidad se sienten forzados por las expresiones de los intérpretes, el encuadre y la música.
Tan lejos del institucional como del documental nacido, por su temática, con pedigrí artístico, 'Francofonía' se impone como una lúcida cavilación sobre el devenir de los hombres, sus traiciones y miserias, sus locuras y cobardías, pero también sus pequeños y secretos actos de heroísmo.
Pura rutina y didactismo, atravesados por metáforas evidentes y la sensación de que nada de lo que se ve y oye en pantalla es tan interesante como debería serlo.
'Ferrari' gana cuando reconstruye la pasión fierrera, los preparativos de los motores y las carreras, y el vértigo de la velocidad sobre el asfalto u otros materiales.
Ligero, ingenuo, no apto para espectadores propensos a revolcarse en la ironía, donde la simpatía y la honestidad van ganándole la mano a cualquier corriente de agresividad y cinismo que pueda cruzarse en el camino.
En esencia, el largometraje del finlandés Klaus Härö puede considerarse como una típica película deportiva enmascarada como un drama histórico de prestigio. Se trata de una producción estándar a nivel internacional, cuya calidad recae en su brillante y cuidada estética.
Los resultados pueden no ser completamente satisfactorios. Sin embargo, Agüero no busca reconstruir una historia sobre Evita, sino que se enfoca en trabajar los símbolos y reconfigurar un mito nacional, indudablemente popular, a partir de sus aspectos más sombríos.